Los partidos integrantes del Gobierno de unidad griego y el gobernador del Banco Nacional, Yorgos Provópulos, enviarán cartas por separado a la Unión Europea (UE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI) en las que se comprometerán a cumplir con los acuerdos para seguir recibiendo asistencia financiera.
Así se hizo saber hoy durante un consejo de ministros convocado por el primer ministro griego, Lukás Papadimas, tras su regreso ayer de sus reuniones con los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y el líder del eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
Según fuentes cercanas al Gobierno consultadas por Efe, el nuevo primer ministro expresó su satisfacción por la carta firmada ayer por el líder del partido conservador Nueva Democracia, Antonis Samaras, en la que se comprometió ante la UE y el FMI a apoyar las reformas fiscales y las medidas para reducir el déficit.
Le seguirán las cartas firmadas por el ex primer ministro y líder del Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) Yorgos Papandréu y el jefe del partido de ultraderecha LAOS, Yorgos Karatzaferis, que participan en el gobierno de unidad nacional, además del responsable del banco central griego.
Estas cartas responden a la exigencias de la 'troika' (CE, BCE y FMI), que solicitaba que el programa de austeridad hasta 2015 lo acatasen las formaciones del actual Gobierno de unidad nacional formado por socialistas, conservadores y ultraderechistas,.
Las reformas son la condición para recibir el segundo rescate aprobado el pasado octubre por valor de 130.000 millones y que incluye una quita del 50 % de los bonos griegos en manos privadas.
La carta de Samaras, quien se negaba previamente a firmar la carta reclamada aduciendo que su palabra era suficiente y expresando reservas al programa de reformas, será evaluada en la reunión del grupo del euro convocada para el martes 29 de noviembre.
La 'troika' decidirá en los primeros días de diciembre sobre la entrega a Grecia del sexto tramo de ayuda por valor de 8.000 millones de euros correspondientes al primer rescate exterior, de 110.000 millones de euros, aprobado en mayo de 2010.
Esos 8.000 millones son indispensables para que Grecia pueda afrontar el pago en diciembre de pensiones y salarios en el sector público.
