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Plantas y flores, la naturaleza como símbolo de una cultura

Imagen de una flor de lis en hierro forjado.
photo_camera Imagen de una flor de lis en hierro forjado.
Ciudades o naciones las adoptaron con el paso de los años como un elemento representativo

En la arquitectura de la ciudad de Florencia se pueden ver muchas flores talladas en piedra en los detalles de las ciudades, esta flor, es la flor de lis. La explicación del uso de esta flor no está clara, pero se dice que el nombre de la ciudad (Florentia), está relacionada con una fiesta que ocurría entre el 28 de abril y el 3 de mayo, en la época romana, en la que se rendía culto a la diosa Flora (Ludi Florales o Floralia) por la llegada de la primavera.

El estudio de estas relaciones culturales asociadas a las plantas se denomina etnobotánica. La etnobotánica como tal, se refiere al estudio de las relaciones que existen entre las plantas y los grupos locales, cómo se relacionan y cómo influyen las plantas en el desarrollo de las culturas.

En el año 77 d.C., el médico-cirujano griego Dioscórides publicó "De Materia Médica", un catálogo de 600 plantas del Mediterráneo en el cual consignó información de cómo las utilizaban los griegos, especialmente para propósitos médicos. Este herbario ilustrado contenía información de cómo y dónde había sido tomada cada planta, si eran o no venenosas, su uso actual y si eran comestibles o no (e incluso incluía las recetas). Dioscórides enfatizó en el potencial económico de las plantas. Durante muchas generaciones, los estudiantes aprendían y estudiaban de este herbario, pero no se adentraron en ese campo hasta la Edad Media.

El término “etnobotánica” no fue utilizado hasta 1895 por el botánico estadounidense John Williams Harshberger. Sin embargo, los primeros estudios con la perspectiva indígena del mundo vegetal fueron los del médico alemán Leopold Glueck, a finales del siglo XIX, durante su estancia en Sarajevo. Su obra sobre el uso de las plantas en la medicina tradicional de los pueblos rurales de Bosnia, escrita en 1896 se considera el primer trabajo moderno de etnobotánica.

Una especie muy estudiada en la etnobotánica es el maíz. Una planta indígena, propia de América, de gran importancia económica en distintas regiones, y en la actualidad uno de los principales recursos de exportación, un medicamento e incluso una leyenda. Entre los guaraníes, el ayatí -como se lo llama al maíz- tiene su origen en el sacrificio de un indio de la tribu que para aplacar las iras de Tupá, cuyo culto habían olvidado sus hermanos, se ofreció para ser inmolado cuando el cacique dijo que eso aplacaría su ira. Dispuesto a morir, fue enterrado en una fosa de la que sobresalía su nariz. Transcurridos los días, los suyos fueron a ver el lugar y encontraron una planta desconocida cuyo fruto era una espiga con granos amarillos, a la que llamaron abatí, que en lengua guaraní significa "nariz del indio".

En España, las flores también tienen presencia en nuestra cultura. Desde 1908, se celebra la batalla de flores en Laredo el último viernes de agosto. En ella se presenta un espectacular desfile de carrozas cubiertas de pétalos de rosas y adornadas con miles de flores.

En Cataluña se celebra el Sant Jordi, celebrado el 23 de abril en toda la región de Cataluña. Su celebración se basa en la historia de un caballero que recata a una princesa de las garras de un dragón que la iba a devorar, este caballero llamado Jordi, logra matar al dragón, pero sale herido, y se dice que de esta herida surgió una rosa roja, la cual este, le regaló a la princesa. Durante esta festividad a los hombres se les es regalado un libro y a las mujeres una rosa.

Como estos, existen muchos más ejemplos de plantas que han marcado la arquitectura y la cultura de regiones, como las cebollas en la arquitectura rusa o los pinos en el folclore gallego.

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