Trinidad Márquez (Córdoba, 1981), licenciada en Biología y en Enología y doctora europea en Ciencias, es la secretaria técnica de la Plataforma Tecnológica del Vino, una iniciativa pionera en Europa que pretende promover un análisis estructurado del sector vinícola español para identificar las principales necesidades y retos tecnológicos a los que se enfrenta, así como coordinar inversiones públicas y privadas y establecer conexiones con otras europeas similares.
La plataforma aspira a reunir a todos los actores del sector incluyendo empresas, organizaciones empresariales, consejos reguladores, universidades, centros públicos y privados de investigación, centros tecnológicos o estaciones enológicas. De momento cuenta con 199 adhesiones, entre ellas las de los Consejos Reguladores de las D. O. Rías Baixas y Ribeira Sacra, investigadores y miembros del CSIC y de las Universidades de Santiago de Compostela y Vigo.
¿Qué es exactamente la Plataforma Tecnológica del Vino?
La plataforma tecnológica es un foro de encuentro. Se trata de integrar a todos los agentes que actualmente están trabajando en investigación, en desarrollo y en innovación en el sector del vino, bien sea desde al ámbito empresarial o bien desde el científico, como universidades o centros de investigación. Lo que pretende la plataforma es analizar cuáles son las necesidades en materia de I+D, es decir las necesidades científico-tecnológicas del sector, y en base a ellas establecer una serie de prioridades con el objetivo de establecer una visión general del sector a medio plazo, y definir así las líneas prioritarias de actuación.
¿De quién parte la iniciativa?
De una serie de empresas y entidades como el Grupo Rioja, la Federación Española de Consejos Reguladores o la Federación Española del Vino. La plataforma se está organizando a través de la consultoría Grupotec desde el mes de enero. Me gustaría destacar que en este proyecto participa el propio Ministerio de Ciencia e Innovación, a través del programa Innfluye, de apoyo a este tipo de plataformas. Actualmente España cuenta con alrededor de 40 plataformas de este estilo, en diferentes sectores estratégicos pero hasta ahora ninguna en el sector del vino. Así, el ministerio ha apoyado esta iniciativa porque ha considerado que el vino español es un sector con importancia socioeconómica. Realmente la plataforma aspira a representar a todo el sector a nivel nacional, no tiene un carácter local.
La plataforma acaba de nacer, ¿cuáles son los siguientes pasos?
Ahora mismo hemos pasado una fase importante de constitución, pero la fecha clave es el próximo 14 de julio, fecha de celebración de la asamblea de constitución. Desde enero, fecha en la que asumimos la secretaría técnica del proyecto, hemos estado trabajando en la organización de la plataforma. La primera fase fue la de dar a conocer esta plataforma a todas empresas, las bodegas, las empresas auxiliares y de investigación. También hemos estado buscando colaboraciones y apoyos con las administraciones. A mayores del Ministerio de Ciencia e Innovación, contamos con el apoyo del de Medio Ambiente, Rural y Marino. Para nosotros ha sido muy importante el apoyo de otras plataformas tecnológicas, como la del agua o la agricultura sostenible, que de alguna manera pueden tener relación con el vino.
Es la primera plataforma de vino a nivel Europeo, ¿una muestra del potencial español?
Efectivamente, de manera específica del vino es la primera. En España hay plataformas tecnológicas que son espejo de otras en Europa, pero en este caso no existe ningún referente. En este sentido es muy importante la apuesta del Ministerio de Ciencia e Innovación para que la plataforma del Vino sea un referente comunitario. Confiamos que, gracias a la capacidad innovadora de los centros de investigación y a los esfuerzos de las empresas españolas, puede llegar a serlo. Claro que sí, hay potencial para que sea así. España se caracteriza por tener una gran tipología y variedades de vino en regiones y zonas, hay un importante número de grupos de investigación que son pioneros y referentes a nivel internacional.
Pero da la sensación de que un Albariño y un Rioja compiten en ámbitos diferentes, ¿en qué podrían colaborar?
Hay muchísimos temas que se pueden trabajar, no sólo a nivel tecnología o viñedo. Es cierto que hay determinados procesos de investigación que pueden tener un carácter más específico, por tipología de vino o región. Pero hay una serie de problemas que pueden tener una solución común, y de eso se trata. Una bodega o un grupo de investigación en Galicia puede establecer pautas de trabajo con otro grupo de Andalucía que esté desarrollando algo similar. El sector del vino es un sector atomizado, pero precisamente lo que busca esta iniciativa es fomentar la colaboración.
¿Qué peso van a tener los vinos gallegos en la plataforma?
Tendrían el peso que ellos quieran tener. Se han establecido diversas categorías de participación, como socios adheridos, activos o socios consultivos. En Galicia hemos tenido una respuesta bastante positiva, y hemos tenido bastante adhesiones.
¿Qué es exactamente la Plataforma Tecnológica del Vino?
La plataforma tecnológica es un foro de encuentro. Se trata de integrar a todos los agentes que actualmente están trabajando en investigación, en desarrollo y en innovación en el sector del vino, bien sea desde al ámbito empresarial o bien desde el científico, como universidades o centros de investigación. Lo que pretende la plataforma es analizar cuáles son las necesidades en materia de I+D, es decir las necesidades científico-tecnológicas del sector, y en base a ellas establecer una serie de prioridades con el objetivo de establecer una visión general del sector a medio plazo, y definir así las líneas prioritarias de actuación.
¿De quién parte la iniciativa?
De una serie de empresas y entidades como el Grupo Rioja, la Federación Española de Consejos Reguladores o la Federación Española del Vino. La plataforma se está organizando a través de la consultoría Grupotec desde el mes de enero. Me gustaría destacar que en este proyecto participa el propio Ministerio de Ciencia e Innovación, a través del programa Innfluye, de apoyo a este tipo de plataformas. Actualmente España cuenta con alrededor de 40 plataformas de este estilo, en diferentes sectores estratégicos pero hasta ahora ninguna en el sector del vino. Así, el ministerio ha apoyado esta iniciativa porque ha considerado que el vino español es un sector con importancia socioeconómica. Realmente la plataforma aspira a representar a todo el sector a nivel nacional, no tiene un carácter local.
La plataforma acaba de nacer, ¿cuáles son los siguientes pasos?
Ahora mismo hemos pasado una fase importante de constitución, pero la fecha clave es el próximo 14 de julio, fecha de celebración de la asamblea de constitución. Desde enero, fecha en la que asumimos la secretaría técnica del proyecto, hemos estado trabajando en la organización de la plataforma. La primera fase fue la de dar a conocer esta plataforma a todas empresas, las bodegas, las empresas auxiliares y de investigación. También hemos estado buscando colaboraciones y apoyos con las administraciones. A mayores del Ministerio de Ciencia e Innovación, contamos con el apoyo del de Medio Ambiente, Rural y Marino. Para nosotros ha sido muy importante el apoyo de otras plataformas tecnológicas, como la del agua o la agricultura sostenible, que de alguna manera pueden tener relación con el vino.
Es la primera plataforma de vino a nivel Europeo, ¿una muestra del potencial español?
Efectivamente, de manera específica del vino es la primera. En España hay plataformas tecnológicas que son espejo de otras en Europa, pero en este caso no existe ningún referente. En este sentido es muy importante la apuesta del Ministerio de Ciencia e Innovación para que la plataforma del Vino sea un referente comunitario. Confiamos que, gracias a la capacidad innovadora de los centros de investigación y a los esfuerzos de las empresas españolas, puede llegar a serlo. Claro que sí, hay potencial para que sea así. España se caracteriza por tener una gran tipología y variedades de vino en regiones y zonas, hay un importante número de grupos de investigación que son pioneros y referentes a nivel internacional.
Pero da la sensación de que un Albariño y un Rioja compiten en ámbitos diferentes, ¿en qué podrían colaborar?
Hay muchísimos temas que se pueden trabajar, no sólo a nivel tecnología o viñedo. Es cierto que hay determinados procesos de investigación que pueden tener un carácter más específico, por tipología de vino o región. Pero hay una serie de problemas que pueden tener una solución común, y de eso se trata. Una bodega o un grupo de investigación en Galicia puede establecer pautas de trabajo con otro grupo de Andalucía que esté desarrollando algo similar. El sector del vino es un sector atomizado, pero precisamente lo que busca esta iniciativa es fomentar la colaboración.
¿Qué peso van a tener los vinos gallegos en la plataforma?
Tendrían el peso que ellos quieran tener. Se han establecido diversas categorías de participación, como socios adheridos, activos o socios consultivos. En Galicia hemos tenido una respuesta bastante positiva, y hemos tenido bastante adhesiones.
