La Xunta aclaró ayer, ante la avalancha de ofertas de varios municipios gallegos para la fábrica de baterías de Mitsubishi, que es el Gobierno gallego el que lleva 'el peso de la negociación' con la multinacional japonesa, negociaciones que comenzaron hace dos años, según aclaró la Consellería de Economía e Industria a este diario.
El departamento que dirige el vigués Javier Guerra pide que 'se dejen de dar más propuestas' y apela a la 'unidad para que nos tomen en serio'. Con todo, puntualizó que los terrenos que la Xunta ofrece son tres: la Plisan de Salvaterra, Porto do Molle en Nigrán y el polígono de Tomiño, descartanto así los parques empresariales de Pontevedra y Narón que salieron a la luz por estos dos concellos en los últimos días.
El conselleiro de Presidencia también hizo un llamamiento a la 'responsabilidad y sentido común' ante los numerosos ofrecimientos de terrenos y afirmó que 'esté donde esté' (la planta de Mitsubishi) los gallegos serán 'todos beneficiarios'. Rueda se mostró tajante y dijo que la fábrica 'tiene que venir para Galicia', donde, según dijo, hay 'ofertas viables'. El conselleiro pidió 'que se siga confiando' en el Gobierno autonómico porque es 'quien está negociando con los empresarios '.
Ambos conselleiros apelaron a la 'rigurosidad y seriedad' y afirmaron que las negociaciones 'van encaminadas a eliminar incertidumbres jurídicas', como ocurre con el Puerto Seco de Salvaterra-As Neves, cuyo proyecto sectorial fue anulado por el Tribunal Supremo, razón por la que Mitsubishi comenzó a dudar de esta opción. De ahí que la Xunta esté ahora acelerando la solución de sus problemas por las múltiples ventajas que ofrece: cuatro millones de metros cuadrados disponibles, cercanía a PSA Vigo, puerto y aeropuerto, conexión directa con la autopista y estación de ferrocarril en el interior.
El macroproyecto de Mitsubishi contaría con una inversión de 500 millones de y la creación de 1.500 empleos o directos.
El conselleiro de Presidencia también hizo un llamamiento a la 'responsabilidad y sentido común' ante los numerosos ofrecimientos de terrenos y afirmó que 'esté donde esté' (la planta de Mitsubishi) los gallegos serán 'todos beneficiarios'. Rueda se mostró tajante y dijo que la fábrica 'tiene que venir para Galicia', donde, según dijo, hay 'ofertas viables'. El conselleiro pidió 'que se siga confiando' en el Gobierno autonómico porque es 'quien está negociando con los empresarios '.
Ambos conselleiros apelaron a la 'rigurosidad y seriedad' y afirmaron que las negociaciones 'van encaminadas a eliminar incertidumbres jurídicas', como ocurre con el Puerto Seco de Salvaterra-As Neves, cuyo proyecto sectorial fue anulado por el Tribunal Supremo, razón por la que Mitsubishi comenzó a dudar de esta opción. De ahí que la Xunta esté ahora acelerando la solución de sus problemas por las múltiples ventajas que ofrece: cuatro millones de metros cuadrados disponibles, cercanía a PSA Vigo, puerto y aeropuerto, conexión directa con la autopista y estación de ferrocarril en el interior.
El macroproyecto de Mitsubishi contaría con una inversión de 500 millones de y la creación de 1.500 empleos o directos.
