En el segundo semestre de 2012 comenzarán a fabricarse las versiones eléctricas de la Peugeot Partner y el Citroën Berlingo en Vigo y a partir de 2013 -cuando ya estén en el mercado- la factoría de Balaídos ensamblará como mínimo 15.000 vehículos anuales. Así, lo confirmó ayer el director de la planta, Pierre Ianni, tras la visita de una comitiva de la Xunta -encabezada por Feijóo- al centro de producción vigués.
Las baterías de litio que harán funcionar estos coches serán suministradas por Mitsubishi desde Japón, mientras la multinacional nipona no decida si se instala en la Plisan de Salvaterra. No hay novedades al respecto, dijo Ianni.
Las nuevas furgonetas llevarán, además, un distintivo con el nombre de Galicia -todavía no se sabe en qué parte de la carrocería irá-. El logo se incluirá en algunos coches -entre 10.000 y 15.000-. Tendrá un enorme impacto. Llevarán el nombre de Galicia como lugar donde se fabricarán los coches del futuro, señaló Feijóo.
A este proyecto industrial de las furgonetas eléctricas, la Xunta aportará 11 millones de euros -de los algo más de cien que costará lanza los modelos-, según confirmó el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra.
A la visita de ayer -primer día de campaña electoral- acudieron también la delegada de la Xunta en Vigo, Lucía Molares, y el director del Igape, Joaquín Varela de Limia. Tuvieron un breve encuentro con el comité de empresa y la directiva de la factoría y a continuación visitaron el taller de montaje, donde se ensamblan las furgonetas y los monovolúmenes C4 Picasso y Grand C4 Picasso.
Nuevos modelos
Para 2011 la planta de Balaídos estima un descenso del 10 por ciento de la producción (menos de 400.000 coches) y tiene un ERE en vigor para aplicar hasta 2012. Prevé recuperar los 10.000 puestos de trabajo (ahora tiene unos 7.000) y alcanzar los 600.000 vehículos anuales a partir de 2013, con los nuevos modelos que sacará al mercado. Además de las furgonetas eléctricas, la factoría de Balaídos va a fabricar dos coches nuevos -no se conocen sus características- que irán destinados inicialmente a países emergentes y una versión renovada del C4 Picasso, modelo cuya demanda está cayendo en el mercado desde hace dos años y que ha propiciado un desajuste entre las dos líneas de producción. Precisamente los operarios que están en la línea de los monovolúmenes son los afectados por el ERE.
PSA Vigo supone el 14 por ciento del PIB de Galicia y el 31 por ciento de las exportaciones de la comunidad. Genera 30.000 empleos, entre los directos de la fábrica y los de la industria auxiliar.
Las nuevas furgonetas llevarán, además, un distintivo con el nombre de Galicia -todavía no se sabe en qué parte de la carrocería irá-. El logo se incluirá en algunos coches -entre 10.000 y 15.000-. Tendrá un enorme impacto. Llevarán el nombre de Galicia como lugar donde se fabricarán los coches del futuro, señaló Feijóo.
A este proyecto industrial de las furgonetas eléctricas, la Xunta aportará 11 millones de euros -de los algo más de cien que costará lanza los modelos-, según confirmó el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra.
A la visita de ayer -primer día de campaña electoral- acudieron también la delegada de la Xunta en Vigo, Lucía Molares, y el director del Igape, Joaquín Varela de Limia. Tuvieron un breve encuentro con el comité de empresa y la directiva de la factoría y a continuación visitaron el taller de montaje, donde se ensamblan las furgonetas y los monovolúmenes C4 Picasso y Grand C4 Picasso.
Nuevos modelos
Para 2011 la planta de Balaídos estima un descenso del 10 por ciento de la producción (menos de 400.000 coches) y tiene un ERE en vigor para aplicar hasta 2012. Prevé recuperar los 10.000 puestos de trabajo (ahora tiene unos 7.000) y alcanzar los 600.000 vehículos anuales a partir de 2013, con los nuevos modelos que sacará al mercado. Además de las furgonetas eléctricas, la factoría de Balaídos va a fabricar dos coches nuevos -no se conocen sus características- que irán destinados inicialmente a países emergentes y una versión renovada del C4 Picasso, modelo cuya demanda está cayendo en el mercado desde hace dos años y que ha propiciado un desajuste entre las dos líneas de producción. Precisamente los operarios que están en la línea de los monovolúmenes son los afectados por el ERE.
PSA Vigo supone el 14 por ciento del PIB de Galicia y el 31 por ciento de las exportaciones de la comunidad. Genera 30.000 empleos, entre los directos de la fábrica y los de la industria auxiliar.
