El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lanzó ayer un mensaje de 'serenidad' ante las 'graves' dificultades que vive el país y aseguró que España 'no está al borde de ningún precipicio' y 'saldrá de la tormenta' con sus propios esfuerzos y con la ayuda de la UE.
Rajoy clausuró ayer las jornadas del Círculo de Economía en Sitges, donde apostó por el mantenimiento del euro y planteó la necesidad de crear una autoridad fiscal europea que se encargue de gestionar la deuda europea, de realizar un control centralizado de las finanzas de los estados miembros y de armonizar las políticas fiscales.
Rajoy centró buena parte de su discurso en transmitir un mensaje, no de tranquilidad, pero sí de serenidad, dijo, sobre la situación económica que atraviesa España, que es un país 'muy sólido', precisó, aunque 'en estos momentos nadie parece acordarse de ello'.
Rajoy aseguró que España no camina 'por un sendero de rosas', pero tampoco asiste 'a las vísperas del Apocalipsis' y, recurriendo a símiles náuticos, subrayó que el país no va a naufragar, pese a la borrasca, y podrá soportar las turbulencias.
'España saldrá de la tormenta con esfuerzos propios y con el apoyo de nuestros socios comunitarios', afirmó el líder del Ejecutivo, que advirtió que lo que está en juego no sólo es el futuro económico de España, sino de la propia continuidad de la unión monetaria europea.
Rajoy, que llamó a dejar atrás 'temores irracionales y aspavientos inútiles', subrayó que el Gobierno es perfectamente consciente de qué es lo que ocurre y qué es lo que debe hacer para hacer frente a la crisis. 'Nuestra convicción es que España y la unión monetaria, unidos, con ruidos o sin ruidos acompañantes, saldrán de esta borrasca y dejarán la crisis a su espalda', manifestó.
'TIEMPO SUFICIENTE'
El Gobierno, dijo, impulsó una serie de reformas estructurales para hacer frente a esta situación, pero también está 'firmemente comprometido' con el proceso de consolidación fiscal que exige Europa.
Rajoy a la UE, no obstante, el pidió 'tiempo suficiente' para que la aplicación de las reformas dé sus frutos, y que aporte la liquidez necesaria que permita reducir las actuales primas de riesgo y la credibilidad de la moneda. El objetivo principal, ha incidido Rajoy, es garantizar que el euro siga siendo la moneda común europea. 'Esto es, en este justo instante, cuestión capital. Y esto es a lo que me estoy dedicando yo y no es fácil', ha recalcado.
Pero además de España, también Europa, según Rajoy, tiene que impulsar reformas estructurales, que pasan por avanzar hacia la integración de los mercados nacionales y por impulsar una autoridad fiscal europea.
Mariano Rajoy, por otro lado, ha garantizado que va a 'intentar' llegar a acuerdos con el PSOE en asuntos de país, aunque ha subrayado que el consenso ya 'es grande' en los asuntos europeos.Rajoy respondía así al secretario general del PSOE y líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, para añadir que no es ningún 'drama' que el Ejecutivo y los socialistas no lleguen a grandes acuerdos. 'Si no hay acuerdo no podemos convertir esto en un drama. La primera obligación del Gobierno es tomar decisiones; si se pueden acordar, mejor, pero no por eso vamos a dejar de tomarlas', sentenció.
Rajoy centró buena parte de su discurso en transmitir un mensaje, no de tranquilidad, pero sí de serenidad, dijo, sobre la situación económica que atraviesa España, que es un país 'muy sólido', precisó, aunque 'en estos momentos nadie parece acordarse de ello'.
Rajoy aseguró que España no camina 'por un sendero de rosas', pero tampoco asiste 'a las vísperas del Apocalipsis' y, recurriendo a símiles náuticos, subrayó que el país no va a naufragar, pese a la borrasca, y podrá soportar las turbulencias.
'España saldrá de la tormenta con esfuerzos propios y con el apoyo de nuestros socios comunitarios', afirmó el líder del Ejecutivo, que advirtió que lo que está en juego no sólo es el futuro económico de España, sino de la propia continuidad de la unión monetaria europea.
Rajoy, que llamó a dejar atrás 'temores irracionales y aspavientos inútiles', subrayó que el Gobierno es perfectamente consciente de qué es lo que ocurre y qué es lo que debe hacer para hacer frente a la crisis. 'Nuestra convicción es que España y la unión monetaria, unidos, con ruidos o sin ruidos acompañantes, saldrán de esta borrasca y dejarán la crisis a su espalda', manifestó.
'TIEMPO SUFICIENTE'
El Gobierno, dijo, impulsó una serie de reformas estructurales para hacer frente a esta situación, pero también está 'firmemente comprometido' con el proceso de consolidación fiscal que exige Europa.
Rajoy a la UE, no obstante, el pidió 'tiempo suficiente' para que la aplicación de las reformas dé sus frutos, y que aporte la liquidez necesaria que permita reducir las actuales primas de riesgo y la credibilidad de la moneda. El objetivo principal, ha incidido Rajoy, es garantizar que el euro siga siendo la moneda común europea. 'Esto es, en este justo instante, cuestión capital. Y esto es a lo que me estoy dedicando yo y no es fácil', ha recalcado.
Pero además de España, también Europa, según Rajoy, tiene que impulsar reformas estructurales, que pasan por avanzar hacia la integración de los mercados nacionales y por impulsar una autoridad fiscal europea.
Mariano Rajoy, por otro lado, ha garantizado que va a 'intentar' llegar a acuerdos con el PSOE en asuntos de país, aunque ha subrayado que el consenso ya 'es grande' en los asuntos europeos.Rajoy respondía así al secretario general del PSOE y líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, para añadir que no es ningún 'drama' que el Ejecutivo y los socialistas no lleguen a grandes acuerdos. 'Si no hay acuerdo no podemos convertir esto en un drama. La primera obligación del Gobierno es tomar decisiones; si se pueden acordar, mejor, pero no por eso vamos a dejar de tomarlas', sentenció.
