Las tradicionales rebajas de enero no han sido suficientes para frenar la escalada alcista de la tasa de inflación, y, pese a la caída de los precios en seis décimas el pasado mes, la tasa interanual aumentó una décima hasta el 4,3%. Según los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa interanual de inflación es la más alta desde diciembre de 1995. En Galicia, el IPC bajó un 0,9%, tres décimas más que la media nacional, aunque la tasa interanual se situó por encima, en el 4,4%.
Iratxe Manchobas Los precios escalaron en España hasta el 4,3% en enero en tasa interanual, el nivel más alto desde diciembre de 1995. El efecto de las rebajas no fue suficiente para contener las subidas de la electricidad, el gas, el agua, los precios de cafés y restaurantes, los combustibles o algunos alimentos. El resultado es que, a pesar del descenso de seis décimas respecto a diciembre, la tasa interanual del IPC repuntó una décima en el primer mes del año, lo que supone que, en tan sólo seis meses, la inflación casi se ha doblado.
El vicepresidente segundo, Pedro Solbes, admitió que es un mal dato pero señaló que los precios comenzarán a moderarse desde marzo o abril y cerrarán el año por debajo del 3%. Mientras, el PP acusó al Ejecutivo de mantenerse de brazos cruzados esperando que el petróleo baje. Por su parte, tanto UGT como CC.OO. defendieron las cláusulas de revisión salarial para hacer frente a la inflación, y el primero reclamó además medidas para asegurar la transparencia en la formación de precios, sobre todo, en el sector servicios y en la distribución y comercialización de los alimentos.
Los bolsillos no tuvieron tregua el pasado mes. Tan sólo las rebjas de invierno supusieron un bálsamo para las economías domésticas, con un descenso del 11,9% en el apartado de vestido y calzado, al que se sumaron los recortes del 6,7% en las tarifas de los viajes organizados y de siete décimas en los precios de los automóviles. El resto fueron subidas, en un mes en el que se actualizan las tarifas de los servicios básicos y en el que algunos sectores aprovechan para encarecer sus precios. Los incrementos fueron del 5% para el gas, del 3,2% en la electricidad o del 2,4% en el tabaco.
Alimentos
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que los alimentos contribuyeron también a la espiral inflacionista, con incrementos del 3,6% en el pescado, del 1% para el pan o el 1,3% para los cereales y sus derivados, que no pudieron ser compensados por el abarata miento del cordero (-4,8%), o la caída del 1,3% en el pollo.
En los últimos doce meses, productos como la leche -que bajó nueve décimas en enero-, se han encarecido un 28,9%, el pan cuesta un 13%o más, el pollo ha subido un 10%, algo menos que los preparados de legumbres y hortalizas (10,4%), o los huevos, un 10,5% más caros.
La única buena noticia fue el descenso de la inflación subyacente, la que excluye la evolución de alimentos frescos y productos energéticos, y mide así los elementos menos volátiles de la cesta de la compra. Durante el mes de enero, la tasa anual cayó dos décimas hasta el 3,1%, un hecho que, según el Gobierno, indica que no se están produciendo efectos de segunda vuelta, ya que la subida de los productos más volátiles no se está transmitiendo al resto.
El vicepresidente segundo, Pedro Solbes, admitió que es un mal dato pero señaló que los precios comenzarán a moderarse desde marzo o abril y cerrarán el año por debajo del 3%. Mientras, el PP acusó al Ejecutivo de mantenerse de brazos cruzados esperando que el petróleo baje. Por su parte, tanto UGT como CC.OO. defendieron las cláusulas de revisión salarial para hacer frente a la inflación, y el primero reclamó además medidas para asegurar la transparencia en la formación de precios, sobre todo, en el sector servicios y en la distribución y comercialización de los alimentos.
Los bolsillos no tuvieron tregua el pasado mes. Tan sólo las rebjas de invierno supusieron un bálsamo para las economías domésticas, con un descenso del 11,9% en el apartado de vestido y calzado, al que se sumaron los recortes del 6,7% en las tarifas de los viajes organizados y de siete décimas en los precios de los automóviles. El resto fueron subidas, en un mes en el que se actualizan las tarifas de los servicios básicos y en el que algunos sectores aprovechan para encarecer sus precios. Los incrementos fueron del 5% para el gas, del 3,2% en la electricidad o del 2,4% en el tabaco.
Alimentos
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que los alimentos contribuyeron también a la espiral inflacionista, con incrementos del 3,6% en el pescado, del 1% para el pan o el 1,3% para los cereales y sus derivados, que no pudieron ser compensados por el abarata miento del cordero (-4,8%), o la caída del 1,3% en el pollo.
En los últimos doce meses, productos como la leche -que bajó nueve décimas en enero-, se han encarecido un 28,9%, el pan cuesta un 13%o más, el pollo ha subido un 10%, algo menos que los preparados de legumbres y hortalizas (10,4%), o los huevos, un 10,5% más caros.
La única buena noticia fue el descenso de la inflación subyacente, la que excluye la evolución de alimentos frescos y productos energéticos, y mide así los elementos menos volátiles de la cesta de la compra. Durante el mes de enero, la tasa anual cayó dos décimas hasta el 3,1%, un hecho que, según el Gobierno, indica que no se están produciendo efectos de segunda vuelta, ya que la subida de los productos más volátiles no se está transmitiendo al resto.
