Red Eléctrica Española (REE), cuya filial en Bolivia fue nacionalizada el martes por el Ejecutivo de Evo Morales, expresó ayer su deseo de llegar a un 'acuerdo amistoso' con el Gobierno de ese país, con el objeto de fijar un precio justo por el valor de la empresa expropiada. Fuentes de REE explicaron ayer que la empresa se puso a disposición' del Gobierno andino para entablar las negociaciones pertinentes, al tiempo que 'respeta la decisión soberana' sobre la estructura del sector eléctrico boliviano.
No obstante, REE precisa que este proceso debe respetar los principios internacionales de derecho, en tanto que la empresa 'tiene la obligación de defender con todas sus fuerzas los intereses de los accionistas'. La empresa española recuerda que su gestión y sus estados financieros en Bolivia 'fueron auditadas anualmente' por los organismos bolivianos competentes y por multinacionales de auditoría 'de reconocido prestigio', por lo que la transparencia marcará cualquier negociación.
REE recuerda que entre 2002 y 2011 se invirtieron más de 56 millones de euros en el país, de los cuales algo más de 52 millones de euros se destinaron a la red de transporte local. A esos 56 millones hay que añadir 10,6 millones que fueron a parar a proyectos iniciados con anterioridad, con lo que las inversiones totales superan los 67 millones de euros, muy cerca de los 69 millones de euros que supuso la operación de adquisición de la empresa boliviana.
Estas inversiones, prosigue la misma fuente, alcanzaron los importes máximos permitidos por la legislación boliviana, ya que se trata de un sector regulado, y sitúan la red de alta tensión boliviana al más alto nivel de calidad.
La empresa española reconoce que en los últimos años se redujo el ritmo inversor, si bien lo achaca al hecho de que desde 2008 los nuevos desarrollos del sector se realizan a través de la empresa pública ENDE, por lo que las inversiones 'se ciñen al mantenimiento y modernización de instalaciones ya existentes'.
REE recuerda que entre 2002 y 2011 se invirtieron más de 56 millones de euros en el país, de los cuales algo más de 52 millones de euros se destinaron a la red de transporte local. A esos 56 millones hay que añadir 10,6 millones que fueron a parar a proyectos iniciados con anterioridad, con lo que las inversiones totales superan los 67 millones de euros, muy cerca de los 69 millones de euros que supuso la operación de adquisición de la empresa boliviana.
Estas inversiones, prosigue la misma fuente, alcanzaron los importes máximos permitidos por la legislación boliviana, ya que se trata de un sector regulado, y sitúan la red de alta tensión boliviana al más alto nivel de calidad.
La empresa española reconoce que en los últimos años se redujo el ritmo inversor, si bien lo achaca al hecho de que desde 2008 los nuevos desarrollos del sector se realizan a través de la empresa pública ENDE, por lo que las inversiones 'se ciñen al mantenimiento y modernización de instalaciones ya existentes'.
