La misma situación se producirá en otras empresas pertenecientes al grupo Nueva Rumasa la próxima semana

Los Ruiz Mateos demandan concurso de acreedores para Clesa en Caldas

Javier Guerra, Joaquín Varela, director del Igape, y Lola Ramos, del comité de empresa. (Foto: SALVADOR SAS)
Nueva Rumasa solicitó ayer el concurso voluntario de acreedores de la compañía láctea Clesa -que tiene una planta en Caldas de Reis (Pontevedra)- y de la firma de batidos Cacaolat, con lo que ya son cuatro las empresas de la familia Ruiz-Mateos que suspenden pagos, junto con Dhul y Carcesa (Apis y Fruco), según confirmó el grupo. El holding destacó su voluntad de alcanzar 'cuanto antes acuerdos con los acreedores' y de garantizar el futuro y la viabilidad de las empresas y sus plantillas. Clesa tiene alrededor de 800 trabajadores y Cacaolat, unos 450 repartidos entre Cataluña y Aragón.
Según subrayó, tanto Clesa como Cacaolat 'tienen futuro y posibilidades de salir de esta complicada situación coyuntural', dado que cuentan con marcas 'altamente valoradas en el mercado y activos suficientes para afrontar la situación'.

El procedimiento de Clesa se produce después de que la empresa de lácteos acordase la aplicación de Expedientes de Regulación de Empleo temporales, de seis meses de duración, en sus plantas de Madrid y Caldas de Reis, así como en su filial de helados Royne. 'Estas acciones se toman en beneficio de los trabajadores y forman parte de las medidas adoptadas dentro del plan de viabilidad de la compañía', explicó Nueva Rumasa.

De otro lado, el concurso para las bodegas gaditanas Garvey, Valdivia, Zoilo Ruiz-Mateos y Teresa Rivero se presentará de forma inminente. Según informaron en fuentes del sector, previsiblemente también irán a concurso otras empresas del holding fundado por José María Ruiz-Mateos como Hibramer y Queserías Menorquinas (Tranchettes).

De este modo, se elevarían a diez las empresas de Nueva Rumasa (todas del sector alimentario y vitivinícola) declaradas insolventes, de las más de 30 que el grupo tiene en fase 'preconcursal'. Según fuentes financieras, las principales firmas alimentarias y bodegueras de Nueva Rumasa, entre las que figuran Dhul, Clesa, Elgorriaga, Trapa, Queserías Menorquinas (Tranchettes) y Carcesa (Fruco y Apis), suman deudas hipotecarias cercanas a los 150 millones de euros.

La deuda bancaria del conjunto de empresas de Nueva Rumasa supera los 700 millones de euros, lo que, unido a los pagos pendientes a proveedores, eleva el pasivo a alrededor de 1.000 millones de euros. Los principales acreedores son Banco Santander y Banesto, que, según datos de la compañía, suman 330 millones en créditos.

La decisión de solicitar el concurso de acreedores ha provocado 'expectación' en la planta de Caldas de Reis, según afirmaron ayer representantes del comité de empresa, que esperan que el juez acepte la petición. Luis Muñoz, miembro del comité, reconoció que los trabajadores se muestran 'un poco incrédulos' tras este anuncio, ya que según advirtió, 'lo único' que ha llevado a cabo la familia Ruiz Mateos 'es presentar una documentación para que sea aprobada por un juez'. En este sentido, añadió que les resulta 'un poco extraño' que la documentación haya sido presentada en Pontevedra, y no en Madrid, donde está establecido el domicilio legal de la corporación.

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