Economía de crisis

Siempre los autónomos

El COVID-19 se está encargando de sacar a flote muchas cosas mal puestas. Las carencias en la capacidad de reacción ante una crisis muy violenta, la fragilidad de un sistema que parecía sólido, hasta la sensibilidad de las ciudades con alta contaminación. Afortunadamente, el trabajo heroico del personal sanitario ha hecho mucho para que hoy tengamos mejores noticias para celebrar. 

Pero hay algo que ha vuelto a ponerse de manifiesto y es la situación siempre desprotegida de los autónomos ante situaciones adversas. 

En España nunca estuvo bien definido el estatus de las personas que deciden trabajar como autónomos o freelancers. En el pasado simplemente encajaba como iniciativas empresariales privadas, cuando en otros países de Europa, la iniciativa individual se había normalizado y contaba con una legislación equitativa y desarrollada. La idea es que quienes se autoemplean cuenten con los mismos derechos de un trabajador por cuenta ajena. En España es algo que seguimos intentando conquistar.

Ante una situación extrema como la pandemia que estamos viviendo por el COVID19, en la que semana tras semana se suceden medidas para paliar las severas consecuencias económicas que se avecinan, las medidas destinadas a los autónomos solo constatan que hay que seguir pagando o aplazando.  Ni cuotas exentas, ni proporcionales, ni alquileres suspendidos, IVA apenas aplazado un mes. Créditos sobrepasados por la alta demanda y en los que las condiciones no reconocen las dificultades de gestión de los autónomos.

Posponer cuotas o adquirir créditos para sortear la situación solo conseguirá alargar el problema: es imposible asumir una deuda a futuro si las actuales condiciones no permiten llegar funcionando al momento de pagarla.   

Reconocer una particularidad

La heterogeneidad y diversidad de la población autónoma es importante por ser el sustento de millones de personas, de sus empleados y de núcleos de familia. Difícilmente se puede dar con soluciones a medida cuando aún no se ha valorado la enorme diversidad del colectivo y de la consiguiente diversidad de respuestas que requiere.

Los autónomos necesitamos ser reconocidos con una legislación equitativa que facilite las medidas de auxilio en estos casos.

El profundo enraizamiento en todos los rincones de la economía y la aportación que representamos merece que exista un marco conceptual que interprete las distintas realidades del colectivo. No es lo mismo la realidad de un farmacéutico, que la de un traductor, un autónomo societario o un agricultor.

Una de las medidas más equitativas que pudo haberse dictado para favorecer transversalmente a todos, era la de la exención de las cuotas, alquileres e impuestos por un tiempo determinado. ¿El objetivo? Evitar que vayan al paro decenas de miles de trabajadores y emprendedores que solo requerían no tener que suspender su actividad. 

Aún es pronto para saber cuáles serán los efectos de esta parálisis, aunque ya se presagian. El comportamiento de la economía está ligado inevitablemente en estos tiempos a la evolución de la pandemia. Y por más vaticinios que aventuren los grandes pensadores, no queda otra que avanzar día a día.  La incertidumbre siempre ha sido un valor a tener en cuenta, pero nunca tanto como ahora. Mantener activa en alguna medida nuestra actividad hará mucho por nosotros mismos y por el país. Evitar contraer cargas crediticias que se sumen a la previsible caída de la demanda es otra medida que debe tomarse siempre que sea posible. Cada caso debe valorarse pues esta es la opción adecuada siempre que lo justifique la tesorería  y nuestros ingresos previstos. 

¿Por qué sostener a los autónomos?

Actualmente el autoempleo no solo es la única opción  productiva de muchos trabajadores, sino que esta es la opción con más futuro en el mercado. Es hora de que estén cubiertos en igualdad con el resto de trabajadores. Queremos trabajar y no vivir de ninguna renta.

Te puede interesar