El presidente de la compañía ya tiene en su camino a la CNMV, los accionistas y a la Fiscalía

De Sousa afronta ocho frentes en su gestión en Pescanova

Planta de la pesquera Pescanova en Chapela. (Foto: ARCHIVO)
El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa-Faro tiene hasta ocho frentes abiertos en este momento a los que se enfrentará en los próximos meses. Además de los expedientes abiertos por la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Fernández de Sousa se enfrenta también al concurso de acreedores, a las denuncias de los accionistas minoritarios y Manos Limpias, al trabajo del auditor forense KPMG, a las decisiones que tomen los accionistas mayoritarios, que ya trabajan con sus abogados; a las acciones que tome la Fiscalía y también a los trabajadores.
La empresa todavía no ha presentado sus cuentas, a pesar de los requerimientos de la CNMV, que es lo que más interesa en estos momentos a los accionistas mayoritarios. Damm (con un 6,183%), el fondo Luxempart (5,837%) e Iberfomento (3,39%) se han colocado claramente en contra y en los dos consejos de administración que se han celebrado desde que estalló la crisis de la compañía se han colocado enfrente de Fernández de Sousa, empezando por la negativa a firmar las cuentas sin tener respuestas sobre la deuda.

A ellos se sumaron en el último consejo Antonio Basagoiti y Yago Méndez, cinco votos de doce. Damm ha contratado a Garrigues para que le asesore en este caso y abogados de esta firma se han reunido con el regulador para analizar la situación. Ahora están a la espera de que se declare el concurso formalmente por parte del juzgado mercantil número 1 de Pontevedra y que se nombren los administradores concursales. Esta es precisamente la vía que sopesa la CNMV para poder apartar a Fernández de Sousa de la presidencia de Pescanova.

Así que la opción que cobra fuerza es que, dentro de la suspensión de pagos, los administradores concursales aparten al presidente. Deben ser tres en este caso, por el volumen de facturación de la em presa y la relevancia del caso, y uno de ellos lo nombrará la CNMV.

Pero además, Fernández de Sousa se enfrenta también a la demanda que han presentado un grupo de accionistas minoritarios agrupados en el despacho Yvancos Abogados por presunto delito de falseamiento de cuentas, de administración desleal y abuso de información privilegiada. Junto a esta denuncia, la del colectivo de funcionarios públicos Manos Limpias ante el fiscal jefe de la Audiencia de Pontevedra, por presunta falsedad en documento mercantil, societario, insolvencia punible, maquinación para alterar el precio de las cosas y delito fiscal.

Mientras, el auditor forense hace su trabajo en Pescanova a la búsqueda de posibles fraudes y los trabajadores se organizan para una gran manifestación en defensa de los puestos de trabajo y ya no muestran un apoyo tan claro al presidente.

Por otra parte, Pescanova entregó ayer martes en el julgado de lo mercantil número 1 de Pontevedra la documentación adicional requerida por el juez, para dar curso a la solicitud de concurso voluntario de acreedores. El plazo para acercar esa información complementaria finalizaba el miércoles, pero la multinacional ya entregó los documentos ayer martes, el mismo día en que Manuel Fernández de Sousa agotó su mandato como presidente de Pescanova.

A partir de ahora, Fernández de Sousa permanecerá como presidente en funciones sin que, por el momento, se convocara una junta de accionistas para aprobar cambios al respecto (el último día para convocarla es el próximo 31 de mayo). Si el juez acepta la solicitud de concurso, podrían ser los administradores concursales los que tomaran las riendas de la multinacional.

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