El naval gallego intensificó ayer su presión en la calle con manifestaciones en Vigo y Ferrol en una jornada de huelga general convocada a nivel nacional, mientras en los despachos se sigue fraguando la estrategia de defensa del sector en la reunión de Bruselas de la próxima semana.
El mensaje, de trabajadores, organizaciones empresariales y administraciones, sigue siendo unánime respecto a la no devolución de ayudas del anterior tax-lease, y de que al sector le amparan razones jurídicas y de igualdad con otros países como Francia.
En Vigo, las manifestaciones han concluido con el lanzamiento de botes de pintura, tornillos y piezas de fruta ante la Agencia Europea de Control de la Pesca, con sede en esta ciudad, y donde también han quemado dos contenedores. Al término de la protesta, Ramón Sarmiento, de CCOO, ha advertido de que irán ganando en intensidad conforme se acerque el 17 de julio, fecha señalada para que el Colegio de Comisarios resuelva el expediente al anterior régimen español de bonificaciones fiscales del naval objeto del expediente abierto por Competencia.
En Ferrol, una larga caminata de cuatro horas alrededor de la ría reunió a 3.000 personas, entre trabajadores directos e indirectos, prejubilados, jubilados, vecinos y familiares. Los manifestantes reclamaron que Bruselas ponga fin al veto civil que pesa sobre Navantia Fene) hasta 2015 y que les permitan construir un dique flotante para potenciar el área de reparaciones como alternativa de negocio.
En Vigo, las manifestaciones han concluido con el lanzamiento de botes de pintura, tornillos y piezas de fruta ante la Agencia Europea de Control de la Pesca, con sede en esta ciudad, y donde también han quemado dos contenedores. Al término de la protesta, Ramón Sarmiento, de CCOO, ha advertido de que irán ganando en intensidad conforme se acerque el 17 de julio, fecha señalada para que el Colegio de Comisarios resuelva el expediente al anterior régimen español de bonificaciones fiscales del naval objeto del expediente abierto por Competencia.
En Ferrol, una larga caminata de cuatro horas alrededor de la ría reunió a 3.000 personas, entre trabajadores directos e indirectos, prejubilados, jubilados, vecinos y familiares. Los manifestantes reclamaron que Bruselas ponga fin al veto civil que pesa sobre Navantia Fene) hasta 2015 y que les permitan construir un dique flotante para potenciar el área de reparaciones como alternativa de negocio.
