El PP pide una comisión de investigación sobre la situación de la Caja

La tranquilidad y la escasa afluencia de clientes a las oficinas marcan la actividad de CCM tras la intervención

Una de las sucursales de la Caja Castilla La Mancha en Madrid.
Las oficinas de Caja Castilla-La Mancha abrieron sus puertas con normalidad en su primer día desde la intervención del Banco de España y tuvieron una limitada afluencia de clientes solicitando información, de los que sólo una mínima parte exigió el reembolso de sus ahorros y la cancelación de cuentas. Aunque la afluencia de clientes superó ligeramente la de otras jornadas, al contrario de lo que se temía no se registraran momentos de 'pánico' ni se llegaron a formar filas, manifestaron varios trabajadores y clientes de sucursales, entre otras ciudades, de Toledo, Albacete y Madrid.
A pesar de esta aparente tranquilidad, la primera intervención de una caja de ahorros en España sigue, un día después de su anuncio, despertando una cascada ininterrumpida de reacciones por parte del Gobierno, partidos políticos, sindicatos y consumidores.

Desde la oposición, la presidenta del PP en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, consideró que 'hoy es más necesaria que nunca' la creación de una comisión de investigación en las Cortes regionales sobre la situación de Caja Castilla-La Mancha (CCM).

Por su parte, la patronal de las cajas, la CECA, aseguró que respalda la decisión del Banco de España y ofreció su 'total colaboración' a las autoridades durante el proceso de intervención.

En cualquier caso, reclamó 'rigor y responsabilidad' al hablar de las cajas, cuyos 'ratios y resultados' reflejan su 'alta fortaleza y solidez'.

El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, también insistió hoy de nuevo en que la entidad no presenta 'ningún agujero financiero' y que todo aquel que quiera podrá retirar los fondos que tenga depositados, al tiempo que subrayó que también pueden dejarlos en la caja 'con toda tranquilidad'.

Por su parte, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, aseguró que la intervención de Caja Castilla-La Mancha 'no pone en absoluto en duda' la 'resistencia, solidez y capacidad' del sistema financiero español ante el resto de países en la cumbre del G-20.

Los sindicatos UGT y CCOO valoraron la intervención pero reclamaron que debe asegurar el empleo de la plantilla y la tranquilidad de los impositores y garantizar el futuro de la entidad.

CCOO pidió además que se 'depure la cadena de responsabilidades' de aquellos gestores cuyas decisiones han desembocado en la actual situación de Caja Castilla-La Mancha.

La propia caja también enviaba esta mañana un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el que aseguraba que sigue operando con 'absoluta normalidad' y sin riesgo para sus clientes.

De hecho, los tres administradores que el Banco de España ha designado para gestionar Caja Castilla La Mancha (CCM) y el comité de dirección de la entidad trasladaron a los 3.000 empleados que la caja debe funcionar 'con total normalidad' y les han pedido 'el máximo esfuerzo y compromiso de todos'.

El director de la Obra Social y Cultural de Caja Castilla-La Macha, Martín Molina, también afirmó que la entidad financiera 'ha sido, es y va a seguir siendo la caja de esta región'.

Entre los consumidores, FACUA reclamó transparencia y rapidez en la intervención y pidió, al igual que el PP, la creación de una comisión de investigación en las Cortes regionales.

La intervención de la caja castellanomanchega también ha tenido repercusiones en la Bolsa española, ya la cotización de las entidades financieras españolas encabezaban las caídas del mercado.

Así, a las 13.45 horas, el principal indicador de la Bolsa española, el Ibex-35, perdía el 2,67 por ciento y se situaba en 7.717 puntos.

El banco que sufría mayores retrocesos era el Santander, con un descenso del 5,06 por ciento, seguido muy de cerca por Popular, que cedía el 5,05 por ciento.

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