La Comisión Europea admitió ayer que en la segunda mitad del año habrá una 'ralentización del crecimiento' en la UE, pero descarta una 'segunda recesión', pese a la advertencia del FMI. 'No estamos en un escenario de una segunda recesión sino de una ralentización del crecimiento', insistió el portavoz económico, Amadeu Altafaj. El Ejecutivo comunitario atribuyó el parón a la existencia de 'una serie de incertidumbres y riesgos', algunos de los cuales 'se están materializando'. 'Sigue habiendo un nerviosismo importante en los mercados, los inversores siguen siendo reticentes a asumir ciertos riesgos', señaló.
Pese a esta diferencia, el portavoz defendió que 'no hay ninguna línea de división' entre la UE y el FMI. 'Tanto el FMI como la UE comparten los objetivos de mejorar la competitividad de la economía europea, de estabilizar el sistema financiero y de generar políticas de crecimiento que permitan crear más empleo. Puede haber diferencias en los análisis pero los objetivos son compartidos', subrayó Altafaj.