Los activistas canarios que fueron detenidos la tarde del sábado durante una manifestación pacífica a favor del pueblo saharaui permanecieron confinados en la Casa de España de El Aaiún durante la jornada del domingo. Aunque según las autoridades marroquíes podrían haber regresado a sus hoteles (bajo vigilancia policial y comunicando cualquier desplazamiento), los prosaharauis decidieron quedarse en la institución por su propia seguridad. Mientras esperaban volver a casa, denunciaban las agresiones físicas e insultos que sufrieron durante la carga policial.
Exteriores afirmó que los activistas no estaban bajo arresto domiciliario, sino que se encontraban en la Casa de España 'por recomendaciones de las autoridades', ya que la situación era tensa. Sobre el estado de salud de los activistas y las agresiones que denunciaban, Exteriores afirmaba tener constancia únicamente de que dos de ellos habían necesitado asistencia médica. Según el ministerio, un funcionario de la embajada española en Rabat (Marruecos) se dirigía a El Aaiún para reunirse con los cooperantes y realizar las gestiones necesarias ante las autoridades.
MIEDO A NUEVAS AGRESIONES
Alexis Dorta, activista y portavoz de la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui, admitía no saber cómo definir su situación. 'Estamos en situación de retención. No estamos en arresto domiciliario, pero, para nuestra propia seguridad hemos optado por quedarnos en la Casa de España'. Indicaba que se les dieron dos opciones: quedarse en la Casa de España o regresar a los hoteles. Aunque en este caso, las autoridades marroquíes hicieron especial hincapié en que iban a estar controlados por la policía y que tendrían que comunicar cualquier desplazamiento que hicieran.
Respecto a las agresiones sufridas, apuntaban que los 14 prosaharauis tenían diferentes contusiones y hematomas, aunque Carmen Roger y Pablo Terraza tenían las lesiones más fuertes. 'Fue la propia policía marroquí la que decidió, ante las lesiones que presentaban Roger y Terraza llevarles al hospital, donde tras examinarles, fueron devueltos a la comisaría sin recibir el tratamiento que se les había prescrito, ni siquiera hielo para los hematomas'.Según Anselmo Fariñas, uno de los detenidos, al comienzo del acto de protesta 'había unos individuos estratégicamente apostados' que comenzaron a asestarles 'patadas y puñetazos' y que, a continuación, la Policía marroquí les introdujo en unos furgones en los que fueron trasladados a la comisaría central de El Aaiún.
A última hora de la tarde de ayer los 14 activistras se encontraban ya a bordo de un ferry que partía a las 22.00 horas con destino a Canarias.
MIEDO A NUEVAS AGRESIONES
Alexis Dorta, activista y portavoz de la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui, admitía no saber cómo definir su situación. 'Estamos en situación de retención. No estamos en arresto domiciliario, pero, para nuestra propia seguridad hemos optado por quedarnos en la Casa de España'. Indicaba que se les dieron dos opciones: quedarse en la Casa de España o regresar a los hoteles. Aunque en este caso, las autoridades marroquíes hicieron especial hincapié en que iban a estar controlados por la policía y que tendrían que comunicar cualquier desplazamiento que hicieran.
Respecto a las agresiones sufridas, apuntaban que los 14 prosaharauis tenían diferentes contusiones y hematomas, aunque Carmen Roger y Pablo Terraza tenían las lesiones más fuertes. 'Fue la propia policía marroquí la que decidió, ante las lesiones que presentaban Roger y Terraza llevarles al hospital, donde tras examinarles, fueron devueltos a la comisaría sin recibir el tratamiento que se les había prescrito, ni siquiera hielo para los hematomas'.Según Anselmo Fariñas, uno de los detenidos, al comienzo del acto de protesta 'había unos individuos estratégicamente apostados' que comenzaron a asestarles 'patadas y puñetazos' y que, a continuación, la Policía marroquí les introdujo en unos furgones en los que fueron trasladados a la comisaría central de El Aaiún.
A última hora de la tarde de ayer los 14 activistras se encontraban ya a bordo de un ferry que partía a las 22.00 horas con destino a Canarias.
