Dos terroristas dicen que tirotearon a Francisco Colell y ‘ejecutaron’ a su mujer por no pagar su ‘impuesto revolucionario’

Un acusado por el último crimen de los GRAPO justifica su acción: ‘Si hubiera tenido 15 balas, habría disparado las 15’

López, García Vidal y García Martín, durante el juicio. (Foto: Javier Lizón)
Los terroristas Israel Clemente y Jorge García Vidal asumieron y justificaron en la Audiencia Nacional el último atentado cometido por los GRAPO, que se produjo en Zaragoza en febrero de 2006 y que costó la vida a Isabel Herrero, mujer del empresario Francisco Colell, que también resultó herido. ‘Disparé hasta que agoté el tambor del revólver. Si hubiera tenido 15 balas, habría disparado las 15’, aseguró Clemente. ‘¿Por qué no evita esta persona ese disparo?’, se llegó a preguntar García Vidal. ‘Y no sólo por negarse a pagar el 'impuesto revolucionario' sino por su papel explotador’, dijo.
Los acusados, entre los que también se encuentra un miembro del PCE (r) que habría dado cobertura a sus compañeros durante el atentado, se enfrentan a penas de entre 71 y 74 años de prisión por el tiroteo, que se produjo cuando los miembros del 'comando' intentaban secuestrar al industrial y su esposa para que les abonaran 725.000 euros en concepto de ‘impuesto revolucionario’.

Durante el interrogatorio al que fueron sometidos por el fiscal Miguel Angel Carballo, los dos miembros del GRAPO aseguraron que su intención no era acabar con las vidas del empresario y su esposa pero que les dispararon cuando, tras ‘abordarlos’ en su casa, Herrero intentó huir por la rampa del garaje, y Colell se montó en su coche con intención de arrollarlos.

‘OBJETIVOS MILITARES EJECUTABLES’


Con esta maniobra, el empresario y su mujer se convirtieron en ‘objetivos militares ejecutables’, según relató Clemente, que se presentó como ‘máximo responsable’ de los GRAPO desde julio de 2002.

‘Cuando muestran resistencia, se pasa a la otra parte del plan: ejecutarlos’, indicó fríamente tras referir que desempeñaban un ‘papel explotador’ en la sociedad porque entre sus empresas tenían una de trabajo temporal.

Preguntado por qué no trataron de reducir a sus víctimas sin acabar con sus vidas, explicó que esa es ‘una idea políticamente inadmisible’. ‘Colell mantenía un perfil empresarial que hacía de difícil justificación tirotearle sólo en la pierna. No fui yo quien pinta en la verja de su empresa la palabra 'cacique'. Es una cuestión política, no de convicción personal’, aseveró.

Tras las afirmaciones de Clemente, que fueron recibidas con suspiros y comentarios de reprobación por el público que se dio cita en la sala de vistas, García Vidal contó detalladamente cómo acabó con la vida de Isabel Herrero. ‘Le di un primer tiro para inmovilizarla y un segundo tiro para ejectuarla, como le había advertido si se negaba a colaborar’, explicó.

TESTIMONIO DE COLELL


Los hechos, que se produjeron sobre las 21.00 horas del 6 de febrero de 2006 en el número 11 de la calle Cervantes de Zaragoza, también fueron relatados desde el punto de vista del empresario tiroteado, que se mostró convencido de que las secuelas que le ha dejado el atentado ‘no desaparecen nunca’.

Colell, que aseguró ‘haber procurado en todo lo posible olvidar esto’, aseguró que nunca había recibido ninguna carta de amenaza antes de que se produjera el atentado y que, aprovechando un desvanecimiento de su mujer que uno de los acusados calificó de ‘artimaña’ se montó en su vehículo ‘con la intención de huir’.

TERCER IMPLICADO


Durante el juicio también comparecieron una decena de testigos que coincidieron en señalar que, además de los dos autores de los disparos, un hombre de unos 50 años, pelo canoso y tez clara se encontraba en la puerta del garaje e impidió la entrada a un vehículo cuya conductora pensó que se trataba de alguien ‘con problemas mentales’.

Otros testigos aseguraron que vieron a esta persona --el tercer acusado Juan García Martín, según el fiscal-con un auricular en la oreja con el que, según el fiscal, se habría comunicado con Clemente.

Aunque éste reconoció que llevaba otro auricular, tanto él como su compañero exculparon a García de estos hechos, que aseguró que si un miembro del PCE(r) hubiera participado en un atentado habría sido ‘expulsado’ de la organización.

Aun así, compartió el mismo discurso que los dos miembros del GRAPO y, tras advertir al fiscal que su partido ‘es más antiguo que usted’, aseguró que ‘los que atracan son los bancos, son los de las hipotecas’.

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