Unos 180 miembros de la Asociación de Víctimas de la Talidomida (AVITE) reclamaron ayer en un juzgado de Madrid que la farmacéutica Grünental les indemnice con 204 millones por las malformaciones que sufrieron por un fármaco que comenzó a venderse a partir de 1957 y que 'estalló' en España en 1961, pero la empresa pidió que la demanda se desestime por falta de pruebas. Al juicio, que quedó ayer visto para sentencia, q asistieron numerosos afectados de la talidomida, personas que nacieron sin pies o sin brazos, o con un muñón, después de que les recetaran a sus madres el fármaco para combatir las náuseas del embarazo.
El abogado de las víctimas, Ignacio Martínez, mostró su confianza en que los afectados españoles sean indemnizados, aunque sea 'tarde y mal', para poder afrontar las limitaciones de su vida diaria. Por su parte, la letrada de la farmacéutica solicitó una sentencia desestimatoria para la acusada por considerar que los hechos están prescritos y por la dificultad de aportar pruebas, cincuenta años después de los hechos. En Alemania, las víctimas consiguieron acuerdos indemnizatorios con la farmacéutica, unos pagos que fueron canalizados a través de una fundación -'Contergán'-, pero en España no se alcanzaron a pesar de que ambas partes mantuvieron tres reuniones y un acto de conciliación en los juzgados de Madrid. La farmacéutica ofreció 120.000 euros anuales para todos los afectados, pero éstos lo rechazaron. Las víctimas piden, según su letrado, 'que se les ponga a la altura de los alemanes, que desde el año 71 están cobrando una pensión vitalicia'.
