Rodríguez Zapatero dijo adiós tras 25 años como diputado, siete de ellos como presidente del Gobierno, una labor 'muy satisfactoria' por 'poder hacer lo que esté en tu mano por tu país', afirmó

Los agradecimientos y buenos deseos cerraron la legislatura

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente del Congreso José Bono, ayer en el parlamento. (Foto: S. BARRENECHEA)
El Congreso celebró ayer su último pleno de la IX legislatura con una sesión cargada de buenos deseos, agradecimientos y reivindicaciones por parte de los diputados, muchos de los cuales, desde José Luis Rodríguez Zapatero a José Bono, saben que no volverán a ocupar su escaño el próximo año.
A la espera de que un Consejo de Ministros extraordinario apruebe el lunes el decreto de disolución de las Cámaras y la convocatoria de las elecciones generales, el pleno votó ayer las últimas leyes de la legislatura, con el impuesto de patrimonio como estrella.

El presidente del Congreso ha cerrado la sesión despidiéndose con bromas y cariño de los parlamentarios y pidiendo disculpas por sus 'faltas'. Bono tuvo palabras para todos los portavoces, destacó su amistad con los nacionalistas a pesar de sus discrepancias ideológicas, y fue especialmente afectuoso con el jefe del Ejecutivo. 'Gracias presidente, especialmente por lo que no te las den, por lo que hayas sufrido y no esté reconocido, por lo que hayas hecho en favor de España', dijo.

Faltaron seis diputados al último pleno y uno era el líder del PP, Mariano Rajoy, al que Bono quiso agradecer su 'línea de acceso cordial', mientras que a su portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, le felicitó 'por lo que quiere y espera ser', 'madre', dijo tras un segundo de silencio que ha despertado risas.

Desde la tribuna se sucedieron las las despedidas y variadas reivindicaciones, como la que ha protagonizado el diputado de ERC, Joan Tardá, quien aprovechó su intervención para pedir el derecho a la autodeterminación y la libertad de Arnaldo Otegi.

También ha querido despedirse desde la tribuna la vicepresidenta primera, Elena Salgado, quien, tras defender el impuesto de patrimonio, dio las gracias a los diputados y 'especialmente a los que han sido capaces de levantar la vista y apoyar planteamientos difíciles, pero muy necesarios en crisis'.

Deja la política activa y ha recibido los parabienes de los diputados; 'le deseo de todo corazón un futuro menos turbulento y estresante que el que ha tenido que vivir con esta crisis', le dijoo el portavoz de economía del PNV, Pedro Azpiazu.

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