EL PASADO VERANO

Piden tres años de cárcel para un neonazi por una agresión racista en el Metro de Barcelona

El acusado grabó con el móvil y colgó en internet el ataque a la víctima por dos menores

La Fiscalía ha pedido tres años de cárcel para un joven neonazi por participar junto a dos menores de edad en una agresión racista a un hombre con rasgos asiáticos en un vagón del Metro de Barcelona el 28 de junio de 2014.

En un escrito recogido por Europa Press, el fiscal especial para delitos de odio y discriminación de Barcelona, Miguel Ángel Aguilar, le acusa de un delito contra la integridad moral, de lesiones y de otro provocación a la discriminación, al odio o a la violencia.

El acusado grabó con su teléfono mientras uno de los menores golpeaba a la víctima --nacida en Mongolia-- y después colgó en internet la agresión en sus cuentas personales de varias redes sociales --con leyendas neonazis-- con el título 'pegando a un chino'.

El acusado subió al Metro con los dos menores --uno de ellos, su hermano-- sobre las 22.35 horas en la estación de plaza Universistat de la línea 1 y, ya a la altura de la de Fabra i Puig, "seleccionaron a un pasajero al ver sus rasgos asiáticos", según el escrito fiscal.

Uno de los menores se acercó a la víctima y le dijo de forma despectiva 'qué te pasa a ti, chino', y le exigió que se fuese, mientras el acusado mayor de edad y su hermano se pusieron al lado para intimidarlo "jactándose y riéndose de los actos vejatorios".

Desde el primer momento, el acusado grabó los hechos cuando "de forma súbita y sumamente agresiva" el menor que no era su hermano comenzó a golpear a la víctima de forma reiterada, propinándole puñetazos en todo el cuerpo, sobre todo en la cara.

La víctima trató de defenderse como pudo, pero los golpes no cesaron hasta que usuarios del metro intervinieron y consiguieron separarlo, con lo que los tres agresores abandonaron el lugar.

Después, para hacer propaganda de la agresión, colgó el vídeo --pixelando la imagen de la víctima para que no fuese reconocida-- en perfiles en los que se retrata con un tapabocas con una cruz céltica, símbolo usado por grupos de skinheads de ideología nacional-socialista.

Al tener una gran cantidad de seguidores (en Twitter, Youtube y Google +) "consiguió su objetivo de propagar y multiplicar de forma indiscriminada en Internet los hechos", con el consiguiente daño moral a la víctima.

PROPAGANDA NAZI

El acusado en estas redes sociales colgaba frecuentemente expresiones exaltando la violencia contra los judíos, gitanos, comunistas, homosexuales, inmigrantes y aframericanos, entre otras minorías, "defendiendo a ultranza la supremacía de la 'raza aria' sobre las demás".

Tras la trascendencia mediática que tuvieron los hechos, el acusado borró sus perfiles tratando de eliminar cualquier vestigio sobre su participación.

Además de la pena de cárcel, el fiscal ha pedido que pague una multa de unos 8.100 euros, otros 9.000 a la víctima por daños morales, y la prohibición de acercarse a ella durante tres años.

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