El jefe de la banda y otros dos imputados se niegan a declarar

Un arrepentido acusa al cabecilla y jefes policiales del robo del contenedor de cocaína en Barcelona

Un miembro arrepentido de la trama organizada cuyo gran golpe fue robar un contenedor con 400 kilos de cocaína del Puerto de Barcelona en 2005 ha acusado a Javier S. de ser el cabecilla, y ha implicado también al exinspector jefe de la Policía Nacional de la sección de crimen organizado de Barcelona Antonio G., entre otros policías.

Lo ha declarado en el primer día del juicio contra los 23 implicados iniciado este lunes en la Audiencia de Barcelona, y en el que se ha negado a declarar el cabecilla de la trama, Javier S. -para el que el fiscal pide 39 años de cárcel-, y también se han negado los otros dos imputados citados para esta sesión: Daniel R. y David B., quien solo ha respondido a preguntas de su abogado.

El arrepentido, Juan Pedro L., colaboró con la trama de 1999 a 2002 -según él haciendo un trabajo 'de machacas' y de bajo perfil- pero no en el golpe del contenedor en 2005, cuando estaba en la cárcel por la muerte de dos vigilantes de un furgón de Prosegur en Terrassa (Barcelona).

Según ha justificado a preguntas del fiscal y de su defensa -también se ha negado a responder a la acusación-, en septiembre de 2008 se decidió a declarar de nuevo ante el Juzgado de Instrucción 3 de Martorell (Barcelona) cuando desde la cárcel se enteró de que el robo del contenedor era del mismo grupo en que él había estado, y en busca de una 'revisión de causa' por las dos muertes de Prosegur.

La forma de actuar del grupo consistía básicamente en contactar con narcotraficantes a quienes, después de quedarse con su mercancía, engañaban demorando el pago del material asegurándoles que habían sido apresados por la policía, lo que era cierto aunque posteriormente los dejaban en libertad.

Después, en colaboración con los policías implicados, sustituían la mercancía decomisada por una mezcla de 'arroz y azúcar' que se quemaba para comprobar si era droga.

Así sucedió por ejemplo en un golpe que el grupo perpetró en Palau-Solità i Plegamans (Barcelona) para hacerse con cien kilos de hachís, que descargaron del coche del narcotraficante al del grupo organizado, tras lo cual simularon la detención para evitar pagar la mercancía, según ha explicado Juan Pedro L. en el juicio.

De los 23 imputados, el arrepentido, Juan Pedro L., es el miembro del grupo para el que el fiscal pide menos pena: seis meses de prisión por un delito de asociación ilícita.

También ha relatado cómo entabló relación con el cabecilla: se conocieron en 1995 por negocios en la compraventa de coches, y en 1999 le propusieron entrar en el grupo Javier S. y el guardia civil Antonio S. 'Tete'.

Además, en 1999, Juan Pedro L. pidió ayuda al jefe de la banda, que tenía una 'estrecha relación' con 'Tete', para que le consiguiera documentación falsa porque estaba en busca y captura por tráfico de drogas.

'BOCA CERRADA'

Después colaboró con la banda en varias operaciones, pero su relación con Javier S. comenzó a torcerse -según ha explicado al juez- a partir de que el expolicía nacional Antonio G., también implicado, advirtiera de que quería 'carne', es decir, detener a los apresados.

A partir de ese momento siguió trabajando para el grupo aunque de forma más distante, según ha relatado, por lo que 'Tete' le advirtió de que más le valía 'tener la boca cerrada'.

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