México se ha convertido en uno de los destinos obligatorios de miles de artistas españoles que han visto como la crisis se ha cebado con su sector
Tras huir de la crisis económica, actores y músicos españoles buscan nuevas oportunidades en México, una tierra que los ha recibido con los brazos abiertos y se presenta como el mejor antídoto contra el desánimo generalizado en su gremio. Todos coinciden en que el gran mercado existente en México ampara a los extranjeros como ellos, que abandonaron su país natal tras la crisis y la subida del IVA cultural del 8 % al 21 % en 2012.
"Aquí hay posibilidades para actores no solo jóvenes y españoles, sino de todas las edades y nacionalidades. Hay un montón de trabajo y muchísimo audiovisual", explicóla actriz Alba Alonso, que arribó al país a finales de 2014 fruto de una decisión nacida de una crisis "tan económica como personal".
En España trabajaba en una compañía de teatro que no le pagaba. "Si los ayuntamientos no pagan, el empresario no puede pagar y se convierte en una rueda del infierno", precisó Alonso, que cuenta con la suerte de tener familia en México.
Su madre era Pili, de las artistas gemelas españolas Pili y Mili, que arrasaron en los años sesenta en España, Argentina, Italia y México, donde su tía se casó con un empresario de espectáculos.
"Esto te da ciertas ventajas porque ya no eres una anónima. Pero después tienes que mostrar tu calidad profesional", afirmó Alonso, que el próximo 17 de agosto presenta la obra "Una investigación pornográfica" en el marco del XIII Festival Internacional de Cabaret en el teatro El Vicio de la Ciudad de México.
Su compañero en esta particular revisión del papel de la mujer en la industria del sexo, el bajista Vicenç Mas, señaló que, si bien hay más oportunidades y ser de fuera abre puertas, "se debe trabajar muy duro, pues ser inmigrante implica empezar de cero".
En Barcelona, Mas tocaba en orquestas y en eventos con distintas formaciones de blues y jazz, pero con la crisis sus actuaciones se redujeron en un 50 %.
En México ha participado en varios proyectos musicales y recuerda con especial cariño el tour que hizo por el país con los valencianos La Rana Mariana durante dos meses a principios de año.
El cantante y trompetista de esa banda, Sergi Renovell, rememora ahora desde España aquella experiencia: "El público es muy musical y eso se nota en los conciertos. Bailan, cantan, vitorean... Se entregan desde la primera a la última nota".
La Rana Mariana estuvo por Ciudad de México, Guadalajara, Cuernavaca, Puebla o Cancún, y tocó en bares, restaurantes, foros y tianguis (mercados).
Fue una gira "enriquecedora" pero caótica que prueba la precariedad que muchas veces afrontan estos jóvenes artistas cuando cruzan el charco, señaló Renovelle por correo electrónico a Efe.
"Poníamos una entrada o pasábamos la gorra. No es oro todo lo que reluce. Había días en los que la negociación era mínima y no sabíamos ni dónde íbamos a pasar la noche", recordó.
El valenciano Clemente Beltrán explicó que en México las cosas le van "poco a poco pero bien", y mucho mejor que en España, donde tenía su "trabajo alimenticio" que complementaba con su verdadera vocación, la actuación.
Llegó de la mano de una agencia junto con su pareja y hasta la fecha participa en la obra de teatro "Dos cuentos para frac y pistola" y ha rodado varios comerciales (anuncios de televisión).
El mundo de la publicidad ha sido un buen recurso para muchos actores recién llegados. Está bien pagado y su perfil acostumbra a encajar, reconocen Beltrán y Alonso, que apuntan además que en un país tan imprevisible como México, no todo son alegrías.
El nuevo sueño mexicano, un camino que siguieron artistas tan distintos como Rocío Durcal o Luis Buñuel, no es un camino fácil, pero la vida del artista nunca lo ha sido.
Según el Instituto Nacional de Estadística español, entre 2011 y 2014 los españoles residentes en México aumentaron de 86.658 a 108.314.
Algunos expertos consideran esta diáspora la tercera gran ola de emigrantes españoles a México, tras la registrada a finales del siglo XIX y principios del XX, también de carácter económico, y la de la Guerra Civil (1936-1939), de índole política.
