La Policía Nacional detuvo a dos individuos, el dueño y el empleado de una empresa, que residían en Málaga y viajaban a Madrid sólo para robar sucursales bancarias, llegando a atracar tres de ellas en menos de tres horas. La detención fue posible gracias a la colaboración de una empleada de una sucursal en Chamberí, que llamó al 091 al reconocer a los individuos como los presuntos autores de un atraco anterior y no posiblilitó su acceso a la entidad. No obstante, la investigación comenzó el pasado 20 de junio, cuando los individuos atracaron tres entidades bancarias de Madrid en menos tres horas.
La empleada avisó al 091 y manifestó que los individuos se refugiaran en un bar situado al lado de la sucursal que querían atracar. Poco después, eran detenidos en ese bar, donde se les intervinieron dos armas blancas, un arma de fuego simulada, los dos cascos con los que se tapaban los rostros y la motocicleta que utilizaban para huir del lugar. Los arrestados ya fueron puestos a disposición del juez, que decretó su ingreso en prisión.
La investigación fue llevada a cabo por el grupo XII de la Brigada Provincial de Policía Judicia contando con la ayuda de de agentes de la comisaría de Chamberí, entre otros. Los responsables de los robos eran el dueño y el empleado de una empresa y tenían 40 y 48 años respectivamente. El rasgo en común en todos sus asaltos a las oficinas es que operaban siguiendo el mismo procedimiento: Los ladrones solían ir vestidos con traje y con gafas de sol. Al acceder a la sucursal, esperaban su turno y cuando iban a ser atendidos ambos se ponían un casco de moto. A continuación, intimidaban a los empleados de la oficina con un arma blanca y un arma de fuego. Les sustraían el efectivo de la caja y huían del lugar en una motocicleta. Ocho días después de cometer los tres atracos seguidos en menos de tres horas, asaltaron una sucursal situada en el distrito de Salamanca de la misma manera. En esta ocasión, se llevaron 1.800 euros en metálico. El día siguiente a este robo decidieron repetir la misma operación en una entidad del distrito de Chamberí aunque fallidamente.
La investigación fue llevada a cabo por el grupo XII de la Brigada Provincial de Policía Judicia contando con la ayuda de de agentes de la comisaría de Chamberí, entre otros. Los responsables de los robos eran el dueño y el empleado de una empresa y tenían 40 y 48 años respectivamente. El rasgo en común en todos sus asaltos a las oficinas es que operaban siguiendo el mismo procedimiento: Los ladrones solían ir vestidos con traje y con gafas de sol. Al acceder a la sucursal, esperaban su turno y cuando iban a ser atendidos ambos se ponían un casco de moto. A continuación, intimidaban a los empleados de la oficina con un arma blanca y un arma de fuego. Les sustraían el efectivo de la caja y huían del lugar en una motocicleta. Ocho días después de cometer los tres atracos seguidos en menos de tres horas, asaltaron una sucursal situada en el distrito de Salamanca de la misma manera. En esta ocasión, se llevaron 1.800 euros en metálico. El día siguiente a este robo decidieron repetir la misma operación en una entidad del distrito de Chamberí aunque fallidamente.
