En relación con la enseñanza de religión, la Lomce establece que habrá una asignatura confesional y otra alternativa de valores culturales en primaria y ESO, de oferta obligatoria para los centros y de elección voluntaria por los alumnos.
Su calificación formará parte de la nota media final de ESO, que contará, entre otras cosas, para obtener becas; sin embargo, los alumnos no tendrán que examinarse de ellas en la evaluación final de etapa. También podrán estudiar cualquiera de esas dos asignaturas como materia optativa.
La religión y la materia de valores culturales serán de oferta obligatoria para los centros y de elección voluntaria para los alumnos en primaria y ESO. Esto no ocurrirá en Bachillerato, donde la religión será optativa y no tendrá alternativa.
Actualmente, la religión (asignatura voluntaria y sin alternativa obligatoria) es evaluable, pero no cuenta en procesos competitivos como son las becas.
La normativa también suprime la asignatura de Educación para la Ciudadanía, cuyo temario se aprenderá de forma transversal. Además, los centros que eduquen por sexos separados deberán justificar que no discriminan en calidad educativa si quieren optar a ser concertados.
La religión y la materia de valores culturales serán de oferta obligatoria para los centros y de elección voluntaria para los alumnos en primaria y ESO. Esto no ocurrirá en Bachillerato, donde la religión será optativa y no tendrá alternativa.
Actualmente, la religión (asignatura voluntaria y sin alternativa obligatoria) es evaluable, pero no cuenta en procesos competitivos como son las becas.
La normativa también suprime la asignatura de Educación para la Ciudadanía, cuyo temario se aprenderá de forma transversal. Además, los centros que eduquen por sexos separados deberán justificar que no discriminan en calidad educativa si quieren optar a ser concertados.
