La gestión público-privada se impondrá en la Sanidad española si se pretende mantener este servicio en el futuro, según han coincidido hoy en señalar los responsables de Salud de comunidades como Cataluña, Valencia y Castilla-La Mancha y los portavoces del PP y PSOE en esta materia, aunque con matices.
El debate se ha producido en una mesa redonda sobre la eficiencia del sistema sanitario, organizada por el diario La Razón, en la que se ha discutido sobre los cambios estructurales que hay que llevar a cabo en este ámbito para garantizar su sostenibilidad.
El consejero de Sanidad de la Comunidad Valenciana, Luis Rosado, ha explicado que el modelo concesional existe desde hace catorce años en esta región, donde el sector privado lleva la gestión de una parte de la sanidad que sigue siendo de titularidad y financiación pública, y cuyos hospitales, según ha dicho, no generan déficit.
'No queremos privatizar, porque el sector público en su gestión directa es el garante de la calidad asistencial, el numerador de la eficiencia, mientras que el denominador es obtener estos resultados al mejor precio posible', ha argumentado.
El secretario de Estrategia y Coordinación del Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña, Francesc Sancho, también ha apostado por un sistema donde se coordinen lo público y lo concertado, como ya se hace en su comunidad.
Lo importante, en su opinión, no es quién gestione el servicio, si el ámbito público o el privado, sino que se mantenga su catálogo de prestaciones y su calidad. 'Que lo dé quien lo pueda dar y al menor precio posible', ha comentado.
Sancho ha coincidido con el portavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad del Congreso, José Martínez Olmos, en que solo la colaboración público-privada no bastará para salvaguardar el actual modelo en el que ambos apuestan por una mayor integración de los profesionales sanitarios en la gestión.
Olmos ha recordado que el sistema concesional implantado en Madrid y en la Comunidad Valenciana tampoco les ha librado del déficit en Sanidad por lo que ha abogado porque se incremente la financiación a ella dirigida y que se haga con carácter finalista.
El diputado del PSOE ha advertido de que la colaboración con lo privado debe de estar sometida a 'controles sociales' para que haya 'mayor transparencia' y seguridad en las prestaciones.
El dirigente catalán ha apuntado posibles fórmulas para conseguir esa financiación adicional como el copago, la imposición de tasas o gravar el tabaco, el alcohol o los alimentos más grasos, pero ha reconocido que no son medidas fáciles de aplicar porque generan 'crispación' y una importante 'discusión ideológica'.
El secretario nacional de Sanidad del PP y consejero de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, ha dicho que en los próximos años la inversión pública en esta materia no va a crecer en proporción al PIB, por lo que, si aumenta, tan solo lo hará de la mano del sector privado.
Echániz se ha felicitado de que la Sanidad española haya pasado por fin 'de las musas al teatro', lo que permite 'mirar el futuro con cierta tranquilidad', porque se han dado 'pasos importantes' con 'un perfil de reforma' sobre asuntos que llevaban 30 años 'en cartera' y que todo el mundo sabía que era necesario corregir.
El dirigente popular ha aplaudido la 'dinámica reformista' y la 'valentía' con la que se está actuando, sobre muchos de los problemas 'enquistados' de la Sanidad pública.
