El Gobierno catalán que preside Artur Mas anunció ayer su tercer plan de ajustes en un año y cuatro meses para recortar 1.500 millones de euros. Para lograrlo, Mas se ve 'obligado' a tocar sueldos y plantillas públicas, privatizaciones, subvenciones y establecer una nueva tasa para los estudiantes de Formación Profesional (FP) que estudien en centros públicos.
En la rueda de prensa ofrecida por el presidente Artur Mas junto al conseller de Economía Andreu MasColell, concretó las medidas que la Generalitat aprobó en su nuevo plan de ajuste y que reducirán un 5% los complementos salariales de los empleados públicos, que repercutirá en las dos pagas extra, y los complementos que paga el Govern a funcionarios del Estado. Además, en las empresas públicas también se prevén nuevos despidos: no serán 'masivos' pero los habrá en aquellas compañías en que la crisis redujo sensiblemente su actividad.
Mas-Colell, por su parte, señaló que el plan que la Generalitat llevará al Consejo de Política Fiscal del jueves debería descartar del todo la posibilidad -'nunca contemplada'- de que el Gobierno central llegue a intervenir Cataluña.
SE CONGELAN SUBVENCIONES
Por otro lado, la Generalitat aprobó congelar temporalmente la concesión de subvenciones hasta rehacer las condiciones y privatizará las concesiones de autopistas que gestionan empresas públicas, como ocurre con los Túneles de Vallvidrera.
Por ahora se descartan nuevas tasas en salud, aunque Mas sí habló de que hace falta más 'corresponsabilidad' del usuario y de que hay que evitar un exceso de uso de los servicios sanitarios cuando no es necesario. Sí implantará una matrícula para los estudiantes de Formación Profesional de grado superior en centros públicos, que será 'modesta al principio' y que podría alcanzar los 20 euros aproximadamente. Sin ahondar en cifras, destacó que la idea es que los estudiantes contribuyan 'para que la calidad de la enseñanza no quede resentida'.
Respecto al impuesto de Sucesiones, Mas dejó en el aire la posibilidad de recuperarlo, y encargó a la Conselleria de Economía un estudio para sacar un mejor rendimiento de la 'limitadita' autonomía fiscal catalana.
Mas dejó claro que su voluntad es no cargar con más presión fiscal a los catalanes, aunque destacó que Economía deberá estudiar todo el espectro fiscal que soportan los ciudadanos, al indicar que pagan el mayor IRPF de todo el Estado, más el impuesto de Patrimonio y otras tasas. Sin embargo, el presidente catalán indicó que la Generalitat toma estos ajustes 'obligado', aplicando al pie de la letra los dos decretos sobre educación y salud que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy, el cual no pagó, en su opinión, lo que le debe a Cataluña por la política de centrifugación del déficit y porque media Europa está en recesión.
Asimismo, el presidente catalán cargó contra el líder del Ejecutivo, lamentando que en vez de cumplir con sus deberes, se dedique a 'reñir' constantemente a las comunidades. Además, lanzó críticas a las instituciones europeas por su 'obsesión por la austeridad'.
Mas-Colell, por su parte, señaló que el plan que la Generalitat llevará al Consejo de Política Fiscal del jueves debería descartar del todo la posibilidad -'nunca contemplada'- de que el Gobierno central llegue a intervenir Cataluña.
SE CONGELAN SUBVENCIONES
Por otro lado, la Generalitat aprobó congelar temporalmente la concesión de subvenciones hasta rehacer las condiciones y privatizará las concesiones de autopistas que gestionan empresas públicas, como ocurre con los Túneles de Vallvidrera.
Por ahora se descartan nuevas tasas en salud, aunque Mas sí habló de que hace falta más 'corresponsabilidad' del usuario y de que hay que evitar un exceso de uso de los servicios sanitarios cuando no es necesario. Sí implantará una matrícula para los estudiantes de Formación Profesional de grado superior en centros públicos, que será 'modesta al principio' y que podría alcanzar los 20 euros aproximadamente. Sin ahondar en cifras, destacó que la idea es que los estudiantes contribuyan 'para que la calidad de la enseñanza no quede resentida'.
Respecto al impuesto de Sucesiones, Mas dejó en el aire la posibilidad de recuperarlo, y encargó a la Conselleria de Economía un estudio para sacar un mejor rendimiento de la 'limitadita' autonomía fiscal catalana.
Mas dejó claro que su voluntad es no cargar con más presión fiscal a los catalanes, aunque destacó que Economía deberá estudiar todo el espectro fiscal que soportan los ciudadanos, al indicar que pagan el mayor IRPF de todo el Estado, más el impuesto de Patrimonio y otras tasas. Sin embargo, el presidente catalán indicó que la Generalitat toma estos ajustes 'obligado', aplicando al pie de la letra los dos decretos sobre educación y salud que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy, el cual no pagó, en su opinión, lo que le debe a Cataluña por la política de centrifugación del déficit y porque media Europa está en recesión.
Asimismo, el presidente catalán cargó contra el líder del Ejecutivo, lamentando que en vez de cumplir con sus deberes, se dedique a 'reñir' constantemente a las comunidades. Además, lanzó críticas a las instituciones europeas por su 'obsesión por la austeridad'.
