ENTRADA MASIVA

El centro de inmigrantes de Melilla, en su peor momento

El recinto ya se ha convertido en un campamento improvisado tras los últimos asaltos a la valla

Aunque su capacidad idónea, 500 personas, siempre ha estado superada con creces, el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla vive su peor momento, con una cifra récord de más de 2.300 acogidos, lo que dificulta la atención y causa largas colas para cumplir rutinas como comer o asearse. Más que un centro, el CETI se ha convertido en un campamento improvisado, donde más de una veintena de tiendas de campaña cedidas por el Ejército son el nuevo hogar de los últimos en llegar tras el salto de casi 500 subsaharianos en la jornada del miércoles.

Entre ese casi medio millar de personas estaba Astan Traore, una inmigrante camerunesa, la segunda mujer que consigue superar el complicado, pero ahora vulnerable, triple obstáculo que compone la frontera de Melilla después de que Mirelle, también natural de Camerún, lo hiciera en el mes de febrero. Su hazaña, sin embargo, parece todavía mayor, ya que Astan Traore lo ha hecho embarazada de doce semanas.

Aliviar la saturación del CETI, con traslados de inmigrantes a la península, y contener nuevas entradas masivas, con el refuerzo policial ya iniciado ayer y la instalación de la malla antitrepa, son las dos prioridades para normalizar la situación que vive Melilla, sometida a una extrema presión migratoria desde hace meses.

El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, subrayó que el CETI está "más que saturado", por lo que se trata ahora de contener la presión migratoria, utilizando medidas como el refuerzo policial, o la colocación de la malla antitrepa, que se está instalando en distintos puntos.

Según El Barkani, los avistamientos de inmigrantes que pretenden aproximarse a la valla se producen a "todas horas" porque hay una "gran bolsa" de personas que esperan en los campamentos situados en territorio marroquí una oportunidad para acceder a la ciudad.

Por su parte, el presidente del Gobierno de Melilla, Juan José Imbroda, señaló ayer que la ciudad autónoma "no puede aceptar" que haya tantas personas acogidas en el centro, máxime cuando ellos no quieren estar en ahí. Imbroda hizo un llamamiento a las ONG para que no se limiten sólo a dar consejos y que den un paso hacia adelante y pongan medios para "repartir" a estos inmigrantes por la geografía española.

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