El asesor de la Casa Real dice que pidió varias veces al duque que no se aprovechara de su situación

El conde de Fontao se opuso a los negocios de Urdangarin

José Manuel Romero, conde de Fontao, a su llegara a los juzgados madrileños.   (Foto: ÁNGEL DÍAZ)
El asesor jurídico externo de la Casa Real y conde de Fontao, José Manuel Romero, aseguró durante su declaración como testigo ante el juez instructor del caso Nóos, José Castro, que 'jamás' intervino en la creación de las entidades vinculadas al conglomerado Nóos, como tampoco conoció 'ninguno' de los contratos celebrados por ellas, las cifras manejadas ni el detalle acerca de cómo el Instituto Nóos estaba internamente organizado.
Así lo informaron fuentes jurídicas, que precisaron que durante su comparecencia, Romero explicó además cómo en septiembre de 2005 propuso a la Casa Real varias consideraciones encaminadas a que el duque de Palma, Iñaki Urdangarin, se abstuviera de participar en la gestión comercial o mercantil de cualquier tipo de entidad, después de que a mediados de ese año surgiesen 'rumores' de que el marido de la infanta Cristina estaba llevando a cabo actividades económicas cuya licitud no puso en duda, pero que podían ser contrarias a las pautas institucionales fijadas en la Casa Real.

Unas pautas que, añadió, establecen que los miembros de la Familia Real 'no deben aprovecharse' de su situación de privilegio institucional para realizar actividades, que le estarían permitidas a cualquier otra persona pero que eran incompatibles en este supuesto.


FORMULA 'NO ACEPTABLE'

Pese a ello, Romero, según fuentes presenciales en la comparecencia, señaló que la fórmula jurídica de Nóos, tal y como trasladó a la Casa Real, no era aceptable puesto que se trataba de una entidad de carácter asociativo formada simplemente por Urdangarin y su exsocio Diego Torres, al tiempo que consideró rechazable la prestación de servicios de consultoría mediante la provisión de análisis y reflexiones a entidades públicas o privadas, con la fijación de un precio de por medio.

Fue a finales de 2005 y principios de 2006 cuando, ha expuesto Romero, intensificó sus presiones para que se cumplieran las reglas de comportamiento de la Casa Real, instando a Urdangarin a abandonar toda vinculación en la gestión de las entidades del Grupo Nóos, y a abstenerse de dirigir entidad de clase alguna, siendo únicamente admisible su colaboración como consejero o consultor independiente, sin que estos cargos llevasen asociadas funciones ejecutivas o de dirección.

Al ser preguntado posteriormente sobre la formalización de la Fundación denominada Areté tras la desvinculación de Urdangarin de Nóos, Romero precisó que esta entidad se formalizó sin su previo conocimiento como tampoco de la Casa Real, lo que llevó a Romero a neutralizar esta iniciativa tras percatarse de que Areté reproducía las notas características que habían inspirado el funcionamiento del Instituto Nóos.

Romero negó haber intervenido en la creación de Areté sino que únicamente se encargó de las gestiones para su extinción. El conde de Fontao aseguró que tampoco intervino en la creación de la que está considerada por los investigadores como sucesora de Nóos, la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS), sino que se limitó a cooperar, atendiendo a la petición del letrado de Urdangarin y Torres, Raimon Bergós, en las gestiones a realizar en Madrid y que acabaron en 2007.

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