La sección octava de la Audiencia Provincial de Oviedo ha condenado a veintidós años y seis meses de prisión a un hombre por matar a su esposa en su domicilio conyugal de Gijón, donde le disparó tres veces con una escopeta.
Según han indicado fuentes de la Fiscalía, la sentencia condena al acusado por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento con el agravante de parentesco y el atenuante de reparación del daño con lo que rebaja en dos años y medio la pena solicitada por el ministerio público al finalizar la vista oral.
El condenado fue declarado culpable por un jurado popular tras la celebración del juicio en el transcurso del cual se retiró la solicitud de que indemnizase con 30.000 euros a cada uno de sus dos hijos al haber llegado a un acuerdo para que usasen el domicilio familiar.
La defensa había pedido una pena de 10 años de cárcel al aplicar atenuantes como la confesión de los hechos y reparación del daño, y al considerar que no se puede aplicar el agravante de parentesco porque desde 2008 la relación entre ambos estaba 'deteriorada'.
El juicio se celebró a puerta cerrada por decisión de la magistrada para evitar que los dos hijos del matrimonio, ambos mayores de edad, se vieran influenciados por las noticias que pudieran difundir los medios de comunicación antes de testificar.
Según el relato de la Fiscalía, María Isabel G.P., de 58 años, había manifestado días antes a su marido, de 66, la decisión de pedir el divorcio a causa de los problemas que comenzaba a tener la pareja.
Sobre las 09:20 horas del día 20 de abril de 2010, María Isabel se estaba preparando para salir a trabajar y cuando se dirigía al servicio su marido se acercó con la intención de besarla.
Ella se negó y L.M.C., de forma espontánea e inesperada, se dirigió al armario del salón y cogió una escopeta y unos cartuchos, según relata la fiscal.
Cuando la mujer salió del baño vio que su marido la apuntaba con una escopeta y puso su mano izquierda delante del cañón. Él disparó el arma, ocasionándole la pérdida de dos dedos y diversas heridas más.
Tras el primer disparo, María Isabel se dirigió a la puerta para intentar salir del piso pero su marido disparó un segundo tiro que impactó a la mujer en la cara externa del codo izquierdo.
Aun así, la mujer consiguió salir al rellano de la escalera, donde pidió auxilio a sus vecinos e intentó subir de rodillas por la escalera.
Él salió tras ella y, tras recargar el arma, efectuó un tercer disparo que la alcanzó en la espalda produciéndole la muerte y el fallecimiento se produjo por un shock hemorrágico con pérdida de sangre interna y externa, como consecuencia del último disparo.
El escrito de acusaciones de la Fiscalía reflejaba además que, en el momento de ser detenido, instantes después de los hechos, el acusado dijo: 'La muy puta me ponía los cuernos y me vació la cartilla'.
El condenado fue declarado culpable por un jurado popular tras la celebración del juicio en el transcurso del cual se retiró la solicitud de que indemnizase con 30.000 euros a cada uno de sus dos hijos al haber llegado a un acuerdo para que usasen el domicilio familiar.
La defensa había pedido una pena de 10 años de cárcel al aplicar atenuantes como la confesión de los hechos y reparación del daño, y al considerar que no se puede aplicar el agravante de parentesco porque desde 2008 la relación entre ambos estaba 'deteriorada'.
El juicio se celebró a puerta cerrada por decisión de la magistrada para evitar que los dos hijos del matrimonio, ambos mayores de edad, se vieran influenciados por las noticias que pudieran difundir los medios de comunicación antes de testificar.
Según el relato de la Fiscalía, María Isabel G.P., de 58 años, había manifestado días antes a su marido, de 66, la decisión de pedir el divorcio a causa de los problemas que comenzaba a tener la pareja.
Sobre las 09:20 horas del día 20 de abril de 2010, María Isabel se estaba preparando para salir a trabajar y cuando se dirigía al servicio su marido se acercó con la intención de besarla.
Ella se negó y L.M.C., de forma espontánea e inesperada, se dirigió al armario del salón y cogió una escopeta y unos cartuchos, según relata la fiscal.
Cuando la mujer salió del baño vio que su marido la apuntaba con una escopeta y puso su mano izquierda delante del cañón. Él disparó el arma, ocasionándole la pérdida de dos dedos y diversas heridas más.
Tras el primer disparo, María Isabel se dirigió a la puerta para intentar salir del piso pero su marido disparó un segundo tiro que impactó a la mujer en la cara externa del codo izquierdo.
Aun así, la mujer consiguió salir al rellano de la escalera, donde pidió auxilio a sus vecinos e intentó subir de rodillas por la escalera.
Él salió tras ella y, tras recargar el arma, efectuó un tercer disparo que la alcanzó en la espalda produciéndole la muerte y el fallecimiento se produjo por un shock hemorrágico con pérdida de sangre interna y externa, como consecuencia del último disparo.
El escrito de acusaciones de la Fiscalía reflejaba además que, en el momento de ser detenido, instantes después de los hechos, el acusado dijo: 'La muy puta me ponía los cuernos y me vació la cartilla'.
