Condenado a dos años y seis meses un padre que insultó, dejó sin comer y acusó a su hija de matar a un pájaro

La Audiencia de Cantabria ha condenado a un hombre a dos años y seis meses de cárcel por maltrato psíquico y amenazas a su hija, por insultarla, dejarla sin comer y acusarla de haber matado a un pájaro.
Además, el hombre, J.L.D.R., ha amenazado a la niña asegurándola que iba a matar a su madre y a 'todos', lo que ha provocado estrés en la pequeña.

Según la sentencia, que desestima el recurso presentado por el acusado y confirma el fallo emitido por el Juzgado de lo Penal número 5 de Santander, el hombre ha sido condenado a dos años de prisión por un delito de violencia doméstica (maltrato psíquico) y a seis meses por otro de violencia de género (amenazas).

Los hechos ocurrieron el 24 de diciembre de 2009, cuando tenía a su cargo a su hija menor de edad, con la que discutió y llamó 'gilipollas'. Además, no la dio de cenar, ni de desayunar y comer al día siguiente, al tiempo que la acusó de haber matado a un pájaro.

También dijo a la pequeña que iba a matar a su madre 'con una bomba de gasolina'. En este sentido, la sentencia apunta que en los últimos años el acusado ha venido manifestando a su hija de manera habitual expresiones como 'os voy a matar a todos', 'tu madre es una asesina y no te quiere porque ya mató a otro bebé', o 'tu madre es una borracha', lo que ha llevado a la menor a sufrir distintos episodios de estrés.

Tras ser condenado por el Juzgado de lo Penal a los delitos de violencia de género y doméstica, J.L.D.R recurrió la sentencia alegando error en la apreciación de las pruebas.

Sin embargo, la Audiencia defiende que las ha habido y que han sido 'correctamente valoradas', siendo el testimonio de la menor una 'prueba de cargo válida y suficiente'.

En este sentido, sostiene que la versión de la hija se ha mantenido 'inalterada, consistente y coherente' a lo largo de todo el procedimiento, por lo que la veracidad es 'incuestionable'.

A ello se suma el 'importante' testimonio de la madre, que 'ratifica' el relato de la niña, así como la declaración de la psiquiatra del Servicio Cántabro de Salud (SCS), o los informes psicológicos del médico forense y de la Consejería del Gobierno regional.

Por tanto, concluye la Audiencia de Cantabria, 'hay prueba de cargo más que suficiente para la condena'.

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