Condenados a 25 años dos etarras por atentar contra una discoteca en 2001

La Audiencia Nacional ha condenado a los etarras Luis Mariñelarena y Roberto Lebrero a 25 años de cárcel por participar en el atentado con tres artefactos explosivos contra la discoteca 'Universal' de Lakuntza (Navarra) en 2001 y ha absuelto a un tercer terrorista al que exculparon los otros dos acusados.
Así lo ha establecido la sección primera de la sala de lo penal de este tribunal en una sentencia notificada hoy en la que condena a cada uno de los acusados a 15 años de cárcel por un delito de estragos terroristas y a 10 por uno de detención ilegal.

Asimismo, la sala condena a los dos terroristas a indemnizar con casi 900.000 euros a los dueños de la discoteca, con 180.000 euros al dueño del material audiovisual que había dentro del local y con 3.000 euros a los herederos del guardia de seguridad al que retuvieron cuando perpetraron el atentado en la madrugada del 28 de septiembre de 2001.

'Debe estimarse acreditada la participación en estos hechos de Mariñelarena y Lebrero', sostiene el tribunal, que subraya que ambos etarras reconocieron los hechos en el juicio y que la forma en que relataron cómo habían llevado a cabo esa acción 'concuerda' en cuanto al explosivo empleado -tres mochilas con 20 kilos de explosivo- y a la forma en que abordaron y retuvieron al guarda.

Sin embargo, la sala entiende que existe un 'margen de duda suficiente' para no poder estimar enervada la presunción de inocencia del etarra Xabier Etxebarria en aplicación del principio 'in dubio pro reo'.

Además, el tribunal recuerda que los ahora condenados negaron en la vista oral que Etxebarria -condenado en Francia por asociación de malhechores- participase en el atentado y dijeron que lo conocían porque había aceptado colaborar con ellos, aunque esa ayuda no se materializó porque fueron detenidos.

La sentencia considera probado que sobre las 22:00 horas del 27 de septiembre de 2001, Mariñelarena, Lebrero y una tercera persona abordaron al guarda de la discoteca antes de entrar a su domicilio -vivía en el mismo edificio donde estaba el local-, y le maniataron y pusieron una capucha, mientras colocaron las tres mochilas con explosivos en el establecimiento.

A continuación, añade la resolución judicial, los terroristas le trasladaron, 'siempre maniatado y con la capucha', hasta una zona boscosa a unos 3 kilómetros, donde le abandonaron. Tras liberarse de sus ataduras, llegó hasta Lakuntza y avisó a los dueños de la discoteca y a la Guardia Civil de lo ocurrido.

Un mes después de los hechos, el diario Gara publicó un comunicado de ETA en el que asumía 11 atentados, entre ellos el de la discoteca 'Universal', que calificaron de un 'punto importante de la red de narcotráfico'.

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