CRÓNICA

Convierten a Italia en un belén comestible

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Más de 1.400 kilos de chocolate blanco y negro han sido la materia prima de la que se han valido los maestros artesanos de Rute (Córdoba) para modelar su tradicional belén navideño, que en esta ocasión han convertido en una colorida recreación de Italia y sus monumentos más imponentes


La Torre de Pisa, El Gran Canal de Venecia, el Vaticano, el Coliseo, el Palacio Vecchio de Florencia... Son sólo algunos de los escenarios que han esculpido en chocolate desde el pasado verano y en los que han ambientado el belén, cuyo misterio, con las imágenes de Jesús, la Virgen, San José y los Reyes Magos, tiene por vecinos a Leonardo Da Vinci y Dante Alighieri.

Todo surgió, según explica el maestro artesano Jorge Garrido, en un viaje de empresa el pasado año, en el que los socios de Artesanos Galleros visitaron el país transalpino y decidieron dedicarle el belén, ante "la espectacularidad" de sus monumentos.

Comenzaba entonces la tradición de siempre, un proceso que arranca en mayo con la maquetación y planificación del belén, que se construye entre julio y septiembre, a temperaturas que nunca pueden bajar de los 23 grados, y que abre sus puertas al público en octubre.

Con el listón bastante alto, después de que el año pasado el belén de chocolate recreara algunas de las maravillas del mundo, en esta ocasión han optado por dotarlo de un gran colorido, para lo cual han utilizado chocolate blanco, posteriormente pintado con aerógrafos.

Los datos del belén son siempre interesantes: este año se han invertido más de 1.400 kilogramos de chocolate, el 60 por ciento de blanco, y el 40 por ciento negro; las dimensiones son de 60 metros cuadrados -más o menos como el año pasado-; y por sus calles habitan 130 figuritas, algunas de ellas, las más pequeñas, hechas en mazapán y en azúcar, mientras que el canal de Venecia es de gelatina.

El resultado es, como siempre, muy llamativo, tanto que ya ha atraído a visitantes italianos, que quedan muy sorprendidos ante la fidelidad con la que los maestros chocolateros trasladan la espectacularidad de sus monumentos a un belén de chocolate.

"Ayer estuvieron aquí tres chicas italianas, y la verdad es que se fueron muy contentas y sorprendidas", señala Garrido, que reconoce que no lleva la contabilidad de las visitas, aunque este año están siendo muy numerosas, especialmente durante el pasado puente de diciembre, en el que han llegado a cerrar a las once de la noche algunos días.

Las visitas son totalmente gratuitas, y la fábrica de Artesanos Galleros permanece abierta todos los días, incluyendo sábados, domingos y festivos, desde el 12 de octubre hasta el 5 de enero, a excepción del 25 de diciembre y 1 de enero.

Cuando llega el 5 de enero, la tradición es dar cuenta del belén con una gran chocolatada en la que participan los niños de la localidad, y así hasta el año que viene, en el que los maestros chocolateros intentarán sorprender de nuevo a los visitantes.

También es tradición que, además del belén de chocolate, los maestros artesanos tengan otro tipo de guiños, en este caso con esculturas de chocolate.

Así, este año han realizado una recreación de la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo de Málaga en su trono, en chocolate y glasa, que está a unos metros del belén y que también llama la atención por la fidelidad con la que está hecha. E

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