Convivieron durante tres meses con su hijo muerto en Girona

El pasado día 5, los Mossos d'Esquadra encontraron el cadáver del menor en un domicilio de la calle Joan Roca i Pinet

El juzgado de instrucción número 2 de Girona ha acordado la libertad provisional para el matrimonio estadounidense detenido por la muerte de su hijo, hace entre uno y tres meses, aunque los progenitores no han sabido concretar cuándo ocurrió, y les mantiene la acusación de homicidio imprudente.

El pasado día 5, los Mossos d'Esquadra encontraron el cadáver del menor en un domicilio de la calle Joan Roca i Pinet de Girona, tras ser alertados por la casera que oyó ruidos extraños cuando fue a cobrar recibos de alquiler atrasados.

La imputación contra Bruce y Schrell H., de 39 y 38 años respectivamente, originarios de Detroit, cada vez está "más debilitada", según ha mantenido el fiscal, Enrique Barata.

Si los resultados de las pruebas de tóxicos salen limpios y en las investigaciones pendientes no se constata que los padres hubieran comunicado a alguien la defunción del menor, lo que pondría en duda toda su versión, es posible que el caso acabe archivado, según Barata.

Los padres de Caleb, el pequeño de 7 años fallecido, han explicado ante el juez que padecía problemas respiratorios, en concreto una asma crónica, como su madre, y que seguía tratamiento médico por ello.

Prueba de ello es que en el piso se localizaron tanto medicamentos homeopáticos, como una máquina para suministrar ventolín y otros inhaladores, aunque la pareja no ha sabido concretar qué día el padre fue a despertar al niño y éste no despertó.

El abogado de la defensa, Christian Salvador, y el fiscal han mantenido que este matrimonio cristiano hace una interpretación concreta de la Biblia, pero que no son fanáticos religiosos, sino que se negaron a "asumir o aceptar la muerte del pequeño".

La familia, según estas fuentes, actuó como si el pequeño durmiera y "la aceptación de la muerte no se produjo hasta el martes -día 5- cuando la policía entró en el piso, ya que, hasta entonces, creían que podía despertar".

Sin embargo, el fiscal ha destacado la incongruencia de manifestar que creían que dormía y, por otra parte, que el padre haya reconocido que el día que no despertó le hizo un masaje cardíaco y el boca a boca.

Los padres no han podido precisar cuándo murió su hijo y sólo han asegurado que el 15 de noviembre, cuando celebraron el aniversario del padre, el niño estaba con vida.

Según las primeras pruebas forenses y los informes policiales, el niño había fallecido unos tres meses atrás, precisamente cuando dejaron de pagar el alquiler y comenzaron a tener comportamientos extraños, como dejar de salir a la calle y sólo el padre iba a comprar, evitando a las personas conocidas.

La familia llegó a Girona en agosto del 2014, tras pasar un mes en Perpiñán, y se instalaron en la capital gerundense para ampliar a Europa la empresa informática en la que el padre trabajaba como ingeniero.

Los padres han asegurado que dejaron Estados Unidos para garantizar la seguridad de sus hijos, ante la discriminación racial que sufren los negros, y que estaban escolarizados a través de Internet y no seguían clases presenciales.

El informe psiquiátrico al que fue sometida la pareja concluye que "no tienen ningún trastorno mental relevante, por lo que sabían lo que hacían, sí hay, no obstante, una gran aflicción por la muerte del niño", ha explicado el fiscal.

En cuanto a la custodia de los otros dos hijos de la pareja, de 14 y 12 años, deberá ser la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), quien por el momento los tiene a su cargo, quien decida qué hacer con ellos.

La prioridad de la pareja es, según el abogado defensor, recuperar a sus hijos, aunque primero se deberá valorar la afectación psicológica que han podido sufrir tras "dormir y convivir" junto al cadáver del hermano.

El juzgado ha acordado la prohibición de salir del país a los padres, que están en situación irregular tras haberles caducado el visado, el Consulado les ha retirado el pasaporte y el Cuerpo Nacional de Policía les ha incoado un expediente de expulsión.

La pareja, que ha vuelto a primera hora de esta tarde a su domicilio, deberá decidir en breve si incineran, entierran o repatrían el cadáver de su hijo.

Te puede interesar