Cinco detenidos por incidentes en la entrega de hijos a su padre en Valencia

La Guardia Civil ha detenido a cinco personas por su relación con los incidentes registrados el pasado 3 de marzo en Alboraya con motivo de la entrega a su padre de tres menores cuya custodia tiene la madre pero que un juez ordenó y ejecutó su devolución a México, donde reside el progenitor.
Según han informado fuentes del Instituto Armado, los arrestados, de los que no se ha ofrecido más datos, están acusados de los delitos de atentado, desorden público y desobediencia.

Además, la investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones, han añadido.

Según avanza hoy el diario Levante-EMV, los agentes encargados del caso están revisando vídeos grabados el día de los incidentes para identificar a los protagonistas de los disturbios, y sólo estarían arrestando a los que se extralimitaron en su acción o actitud.

El suceso tuvo lugar el 3 de marzo, cuando una veintena de guardias civiles acudió a casa de la madre de los tres menores, en la localidad valenciana de Alboraya, para posibilitar la entrega de los niños al padre.

La presión de alrededor de trescientos vecinos apostados desde primera hora frente a la vivienda de Isabel Monrós impidió el cumplimiento de la resolución judicial, que ordenaba la entrega al progenitor y el regreso a México de los niños, uno de 13 años y unos gemelos de 10, los tres con doble nacionalidad española y mexicana.

Tras más de seis horas de tensión e incidentes, la concentración se disolvió, la Guardia Civil abandonó el edificio y los menores se quedaron con su madre.

Nueve días después, tras una exploración de los niños programada para ese día, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Moncada ejecutó la resolución judicial por la que ordenaba la devolución de los menores, resolución ratificada en su momento por la Audiencia de Valencia de acuerdo con la Fiscalía y la Abogacía del Estado.

Un centenar de personas trató también entonces de impedir la marcha de los niños, y protagonizó asimismo momentos de gran tensión.

Los niños abandonaron el lugar en un furgón policial con las lunas tintadas, acompañados de su padre y protegidos por casi medio centenar de agentes de la Guardia Civil, que no pudieron impedir que algunas personas se abalanzaran sobre el vehículo.

La madre sostiene que llegó a Valencia con sus hijos en 2010 y que en su sentencia de divorcio quedaba pendiente fijar un régimen de visitas y una pensión alimenticia para los niños.

Al no tener garantizados los recursos para mantener a sus hijos en México, decidió quedarse en casa de sus padres en Valencia, según su versión.

Los tres hermanos, traídos a España 'sin saberlo el padre o el juzgado', según determinó la juez, viajaron el 14 de marzo de España a México, donde ya se encuentran con su padre.

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