La Guardia Civil del puesto de Tres Cantos ha detenido a seis personas acusadas de 'trucar' cajeros automáticos en distintos puntos de la Comunidad de Madrid quedándose con el dinero después de que los clientes pensaran que un fallo técnico de las máquinas impidiera la salida de los billetes.
Fuentes de la Guardia Civil han explicado a través de un comunicado que a los detenidos, afincados en Arganda, se les imputan seis estafas en grado de tentativa y tres delitos consumados. Todos son de nacionalidad rumana, tienen edades comprendidas entre los 21 y los 54 años de edad y cuentan con numerosos antecedentes por hechos similares en Tres Cantos, Pinto, Boadilla del Monte, Torrelodones, Paracuellos del Jarama, Ajalvir, Valdemoro y Fuentidueña del Tajo.
El dispositivo puesto en marcha por los agentes permitió coger a los timadores in-fraganti. A principios del pasado mes de octubre, la Guardia Civil de Tres Cantos alertada, por las denuncias interpuestas por dos víctimas, ponía en marcha un dispositivo para evitar este tipo de estafas.
De las investigaciones y del cruce de información se pudo constatar la existencia de hechos similares acaecidos en otros puntos de la Comunidad, lo que hizo que la Guardia Civil lanzara un comunicado a la prensa alertando a los ciudadanos de esta técnica.
En todas las denuncias interpuestas en las distintas unidades de la Guardia Civil las víctimas creyeron que el dinero no había sido obtenido por un fallo técnico del cajero automático. Los autores elegían los cajeros cuyos expendedores de billetes se efectuasen por trampilla y con características particulares y después colocaban una placa metálica en el dispensador (cepo) y en cuyo reverso existía una tira pegajosa a la que se quedaban adheridos los billetes.
La primera impresión que solían tener las víctimas era que el dinero había sido reintegrado o que no había sido extraído por un fallo técnico del cajero, por lo que abandonaban las dependencias del banco, momento en que los autores que, se encontraban en las inmediaciones, se acercaban y tiraban de la placa metálica recuperando los billetes que previamente se habían quedado adheridos.
Para lograr su detención, el Puesto de Tres Cantos, realizó un despliegue discreto, en el que se vigilaron todos los cajeros automáticos que reunían las características hasta que, a finales de la semana pasada, se lograba observar in fraganti a los ahora detenidos.
Cuando se efectuó la detención, la Guardia Civil halló entre sus pertenencias numerosas placas preparadas para ser colocadas en cajeros y diversa herramienta con la que se valían para posicionarlas en la zona expendedora. También averiguaron que los traslados se hacían con vehículos de alquiler.
La investigación continúa y se sospecha que pudieran ser los autores de cuarenta estafas perpetradas en otros puntos de la Comunidad.
El dispositivo puesto en marcha por los agentes permitió coger a los timadores in-fraganti. A principios del pasado mes de octubre, la Guardia Civil de Tres Cantos alertada, por las denuncias interpuestas por dos víctimas, ponía en marcha un dispositivo para evitar este tipo de estafas.
De las investigaciones y del cruce de información se pudo constatar la existencia de hechos similares acaecidos en otros puntos de la Comunidad, lo que hizo que la Guardia Civil lanzara un comunicado a la prensa alertando a los ciudadanos de esta técnica.
En todas las denuncias interpuestas en las distintas unidades de la Guardia Civil las víctimas creyeron que el dinero no había sido obtenido por un fallo técnico del cajero automático. Los autores elegían los cajeros cuyos expendedores de billetes se efectuasen por trampilla y con características particulares y después colocaban una placa metálica en el dispensador (cepo) y en cuyo reverso existía una tira pegajosa a la que se quedaban adheridos los billetes.
La primera impresión que solían tener las víctimas era que el dinero había sido reintegrado o que no había sido extraído por un fallo técnico del cajero, por lo que abandonaban las dependencias del banco, momento en que los autores que, se encontraban en las inmediaciones, se acercaban y tiraban de la placa metálica recuperando los billetes que previamente se habían quedado adheridos.
Para lograr su detención, el Puesto de Tres Cantos, realizó un despliegue discreto, en el que se vigilaron todos los cajeros automáticos que reunían las características hasta que, a finales de la semana pasada, se lograba observar in fraganti a los ahora detenidos.
Cuando se efectuó la detención, la Guardia Civil halló entre sus pertenencias numerosas placas preparadas para ser colocadas en cajeros y diversa herramienta con la que se valían para posicionarlas en la zona expendedora. También averiguaron que los traslados se hacían con vehículos de alquiler.
La investigación continúa y se sospecha que pudieran ser los autores de cuarenta estafas perpetradas en otros puntos de la Comunidad.
