Una Diada en declive rebaja la euforia del independentismo

La manifestación de ayer, en la confluencia de las cuatro columnas en la Plaza de España. ENRIC FONTCUBERTA
photo_camera La manifestación de ayer, en la confluencia de las cuatro columnas en la Plaza de España. ENRIC FONTCUBERTA
La ANC proclama: “Independencia o bloqueo”, y advierte que no aceptará ningún otro acuerdo

La reclamación de una amnistía para los encausados por el procés fue ayer el mínimo común denominador del independentismo en la calle, en una Diada con una participación ciudadana menor que en anteriores convocatorias.

Si el año pasado la Guardia Urbana cifró en 150.000 el número de asistentes a la manifestación independentista de la Diada, en esta edición ha recortado esa cifra hasta las 115.000 personas, muy por debajo de los guarismos de 2019, antes de la pandemia de coronavirus, cuando los manifestantes llegaron a los 600.000.

Muy diferentes son los datos de la ANC: 800.000 manifestantes, cien mil más que la cifra que dio el año pasado, unos números que contrastan con la desmovilización independentista reflejada en las urnas en las últimas elecciones.

Las diferencias estratégicas entre independentistas se pusieron de manifiesto en esta Diada, desde los llamamientos de ERC, JxCat y Òmnium Cultural a negociar amnistía y autodeterminación hasta los recelos de la ANC y la CUP a cualquier trato con el Estado.

La apuesta por la amnistía es lo que más se acerca a un programa compartido, defendido también por los comunes, aunque la negociación para la investidura del presidente del Gobierno genera gran inquietud en la ANC.

Su presidenta, Dolors Feliu, aprovechó el acto político al término de la manifestación, en la Plaza España -que la ANC quiere rebautizar como plaza Primero de Octubre-, para advertir a JxCat y ERC de que solo avalará un pacto en Madrid que implique dar pasos hacia la proclamación efectiva de la independencia de Cataluña.

“Independencia o bloqueo de cualquier pacto que no sea la independencia. Independencia o nada. Independencia o elecciones”, exclamó Feliu, en una advertencia directa a ERC y JxCat. También afirmó que Cataluña ya no quiere “autonomismos” ni buscar un encaje dentro de España, sino constituirse en un Estado independiente a semejanza de naciones europeas.

“No más intentos de encaje”, dijo, y añadió que la manifestación de este lunes sirve para demostrarle al Estado que el conflicto no se terminará hasta que se declare la independencia.

Mientras se desarrollaba el acto de la ANC, en otra punta de la ciudad se desarrollaba la habitual manifestación de la CUP, que arrancó con críticas a ERC y JxCat por “ir a negociar migajas a Madrid” como hacía “la vieja Convergència”.

Después de que el año pasado ERC renunciara a asistir a la manifestación, molesta por el tono crítico de la ANC con la estrategia de diálogo, esta vez los republicanos sí se sumaron a la convocatoria, si bien Oriol Junqueras ha causado baja por covid. El presidente catalán, Pere Aragonès, junto a otros miembros del Govern y de la dirección de ERC, escuchó gritos de “Govern dimisión!”.

Consciente de que todas las miradas se centran en los movimientos de JxCat, clave para una posible investidura de Pedro Sánchez, el secretario general de Junts, Jordi Turull, hizo un llamamiento a “no caer en la ingenuidad a la hora de negociar cualquier cosa” con el Estado y señaló de que su partido “no renunciará a nada”.

La presidenta de JxCat, Laura Borràs, afirmó que los ciudadanos “no piden investidura” y dijo que sus votos servirán “para resolver el conflicto”, no para “apuntalar a gobiernos españoles”.n

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