Ciudadanos pisa los talones al grupo popular por el segundo puesto, Podemos se cae y Vox irrumpe con fuerza
El PSOE se dispone a gobernar, mientras Iglesias le tiende la mano, sin los votos de los independentistas
El PSOE ganó las elecciones generales. Lo hizo con fuerza,123 escaños, haciendo buenas la mayoría de encuestas y en unos comicios marcados por la elevada participación. El 75,7% marca uno de los mejores registros en democracia. Los socialistas, eso sí, tendrán que echar mano de la calculadora para gobernar con mayoría, aunque sin la obligación de entenderse con los independentistas catalanes.
Un pacto con Unidas Podemos (y su confluencia catalana) no bastaría para formar un Ejecutivo estable. El partido de Pablo Iglesias cae hasta los 42 escaños y pierde fuerza, aunque será clave para una posible coalición de izquierdas e incluso entrar en el Gobierno.
Al otro lado, la derecha. Desplome histórico del PP que se queda en 66 diputados. Pablo Casado no ha conseguido enderezar el rumbo, ni mucho menos. Nunca el suelo de los populares había estado tan bajo y deja en entredicho al líder popular. Ciudadanos, por su parte, estrecha las distancias gracias a sus 57 escaños y pide paso como alternativa conservadora, mientras que Vox tendrá presencia en el Congreso, pero no como se esperaba. Los de Abascal irrumpen en la Cámara Baja con 24 escaños.
Sánchez tiene diferentes opciones para mantenerse cuatro años más en el Gobierno. Los números incluso respaldan la improbable alianza PSOE-Cs, rechazada por ambos antes de la votación.
Como alternativa aparecen el PNV (6), Bildu (4), Coalición Canaria (2) o el partido de Miguel Ángel Revilla, el Partido Regionalista de Cantabria (1), que pueden jugar un papel fundamental para que Sánchez gobierne sin los independentistas. Y eso que ERC crece. En una comunidad que lideró el aumento de participación, los soberanistas se reivindican pero podría no servirles para mantener su influencia en Madrid.
"¡Con Rivera no!"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha celebrado este domingo la victoria del PSOE en las elecciones generales ante centenares de militantes y simpatizantes congregados a las puertas de la sede del partido en Ferraz. El líder socialista se ha comprometido a gobernar "tendiendo la mano" a todos los partidos, pero la multitud ha comenzado a gritar: "¡Con Rivera no!", en varias ocasiones.
"Creo que ha quedado bastante claro", les ha respondido Sánchez desde una plataforma colocada al lado de la entrada del garaje de la sede del PSOE, desde donde ha salido a saludar a la gente acompañado de su mujer, Begoña Gómez; de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo; de la `número dos` del PSOE, Adriana Lastra; la presidenta del partido, Cristina Narbona, y el secretario de Organizació, José Luis Ábalos.
Frente a la petición de la multitud para que no gobierne con Rivera, Sánchez ha advertido de que el PSOE no va a poner cordones sanitarios como hizo en la campaña Ciudadanos con el PSOE. La "única condición" que los socialistas pondrán para pactar será "respetar la Constitución" y los tres objetivos que el PSOE se fijó en esta campaña: avanzar en justicia social, en convivencia entre territorios y en ejemplaridad en el ejercicio de la política.
