Sanidad mantiene bajo vigilancia y seguimiento a medio centenar de personas que pudieron estar en contacto con Teresa Romero
Sanidad mantiene bajo vigilancia a medio centenar de personas tras conocerse el contagio por el virus del ébola de la auxiliar de enfermería gallega, que está siendo tratada con plasma de una religiosa que superó la enfermedad.
Teresa Romero Ramos, natural de Becerreá (Lugo) y que se presentó como voluntaria para cuidar a los misioneros repatriados que fallecieron por este virus, permanece ingresada y aislada en el Hospital Carlos III de Madrid mientras que su marido y un ingeniero español procedente de Nigeria se encuentran en observación en el mismo centro. Su pareja no presentaba ayer síntomas y el ingeniero dio negativo en un primer análisis. Asimismo, una enfermera que tuvo exposición a la enfermedad durante el tratamiento a los misioneros repatriados, pero que no había tenido fiebre ni síntoma alguno, dio negativo en los dos análisis de ébola.
La auxiliar de enfermería contagiada, de 44 años, casada y sin hijos, mantuvo contacto con 22 personas, en su mayoría profesionales sanitarios que la atendieron y familiares, a quienes la recién creada Comisión de Coordinación mantiene bajo vigilancia. A ellos se suman las 30 personas que atendieron a los dos misioneros fallecidos por el ébola en el Carlos III, que también están bajo seguimiento.
Además, la paciente, que es el primer caso de contagio en Europa, se presentó a unas oposiciones de enfermería el pasado día 27 de septiembre, dos días después de la muerte del religioso Manuel García Viejo. Está siendo tratada con el plasma de la religiosa Paciencia Melgar, que logró superar la enfermedad tras contagiarse en el hospital San José de Monrovia (Liberia).
Quejas médicas
Mientras tanto, los grupos parlamentarios de la oposición y diversos sindicatos reclamaron a Sanidad más explicaciones sobre la situación generada.
Desde el ámbito sanitario también se exigieron aclaraciones y la Organización Médica Colegial apeló al "deber deontológico" de los profesionales sanitarios de "denunciar las deficiencias" en el tratamiento de la enfermedad en "tanto puedan afectar a la correcta atención a los pacientes y a su seguridad". La gestión de las autoridades sanitarias ha provocado protestas a las puertas de diversos centros hospitalarios de ciudades como Madrid, Valencia, San Sebastián, Bilbao y Logroño.
Así, horas después de estas peticiones fue la propia ministra Ana Mato la que solicitó comparecer en el Congreso de los Diputados para informar sobre las actuaciones llevadas a cabo en las últimas horas por parte del gobierno español.
Además, la directora de Salud Pública, Mercedes Vinuesa, informaba ayer por videoconferencia a los directores de salud de las comunidades autónomas de cómo se está llevando a cabo la gestión de esta enfermedad.
