El Consejo de Ministros aprobó ayer la nueva norma sobre el uso de mascarillas que elimina la obligación de llevarla en la mayor parte de los interiores, excepto en centros sanitarios y sociosanitanitarios y en el transporte público. Esta medida llega 700 días después de que la mascarilla comenzara a ser imperativa. El real decreto, que entrará en vigor hoy una vez se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE), deja en manos de las empresas la potestad de imponer o no su uso a los trabajadores a partir de la valoración que hagan los servicios de prevención de riesgos laborales, mientras que en el resto de ámbitos pasará a estar solo recomendada.
Será por ejemplo el caso de los colegios, donde ya no será obligatorio llevar mascarilla en las aulas desde hoy, aunque sí se aconsejará para los profesores con algún tipo de vulnerabilidad sanitaria. “Por lo que se refiere a los ámbitos escolares, significarles que no se usará en ningún caso. Las mascarillas dejarán de ser obligatorias, ya no lo eran en los recreos y, ahora, en todos los ámbitos de centros educativos”, subrayó la ministra de Sanidad, Carolina Darias. En el ámbito de la educación, explicó, la medida de eliminar la obligatoriedad de las mascarillas estaba “muy clara” teniendo en cuenta “el menor impacto que tuvo la pandemia en los niños y niñas”. En todo caso, aunque no sea obligatoria, la ministra animó a hacer un “uso responsable” de la mascarilla para “seguir protegiendo a los más vulnerables”.
UN “USO RESPONSABLE”
Lo que lo hizo posible, tres semanas después de que empezara una nueva fase de la pandemia sin aislamientos de leves y asintomáticos y con rastreo solo de los casos graves, es un “contexto epidemiológico favorable”, con una “alta cobertura vacunal” del 92% en mayores de 12 años y un descenso de todos los indicadores y de la propia gravedad de la enfermedad, argumentó en rueda de prensa la ministra Darias. De esta forma, España se une a la larga lista de países que ya se despojaron del que se convirtió en “uno de los elementos más simbólicos de la pandemia”, como Francia, Alemania, Bélgica o Reino Unido, entre otros. Mientras, algunos como Italia, Portugal o Grecia optaron por esperar más tiempo antes de retirarla.
A la espera de saber si el texto que se publicará hoy en el BOE concretará más, así es cómo quedará regulado con carácter general el uso de mascarilla en nuestro país, donde, no obstante, se hará una apuesta firme por hacer un “uso responsable” de la misma.
Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, achacó, en un tuit en su red social de Twitter, al “éxito de la campaña de vacunación” el fin de la obligatoriedad del uso de las mascarillas en espacios interiores. “Desde hoy, la mascarilla dejará de ser obligatoria en interiores, salvo en algunas excepciones. Avanzamos en la vuelta a la normalidad previa a la pandemia. El éxito de la campaña de vacunación nos permite iniciar ahora una nueva etapa en la lucha contra el covid”, publicó Sánchez.
LA POSTURA DE LA XUNTA
El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, explicó que la Xunta recomendará mantener “voluntariamente” la mascarilla en las aulas “por precaución, por prudencia y por respeto”.
Rodríguez recordó que una vez que entre el vigor el decreto del Gobierno central, la mascarilla en el interior de los colegios no será obligatoria, pero se mantendrá la recomendación de utilizarla.“El decreto del Estado fija claramente que puede ser retirada y nosotros, desde la Xunta, planteamos que se pueda mantener voluntariamente la mascarilla dentro del aula”, apuntó el conselleiro, quien también pidió hacer caso de las recomendaciones emitidas por los expertos sanitarios.
Sobre la posibilidad de que los centros puedan obligar a usarla, recordó que “para obligar tienes que tener un marco legal” y que, en este caso, “el marco legal está claro”. No obstante, añadió, si algún joven o niño “quiere mantenerla”, podrá hacerlo. “Se recomienda por prudencia”, concluyó.
Críticas por la eliminación para los usuarios de residencias de mayores
La Asociación Estatal de Servicios Residenciales de la Tercera Edad (Aeste) dice “no entender” la medida de eliminar la obligatoriedad de la mascarilla para los mayores que viven en residencias, “precisamente aquellos a los que más se debe proteger”, y cree que se debería haber mantenido “un par de meses más” para evaluar la repercusión de esta medida en el resto de la sociedad. “A aquellos que más debemos proteger, les decimos que no tienen que llevarla, cuando vamos a mantenerla para los trabajadores y las visitas. Es una medida que no entendemos y que desconocemos si la recomendó algún grupo de expertos”, valoró el secretario general de AESTE, Jesús Cubero. Visitantes y trabajadores de los centros deberán seguir usándola
