La Generalitat valenciana ha anunciado sanciones al Ayuntamiento de Cullera si, una vez concluido el expediente sancionador, se confirma la existencia de responsabilidad por disparar un castillo de fuegos artificiales en la ladera del monte pese a estar en alerta máxima por riesgos de incendios forestales.
A este anuncio hecho hoy por el presidente del Gobierno valenciano, Alberto Fabra, hay que añadir la petición del grupo socialista en el Ayuntamiento de Cullera, que ha solicitado la dimisión del alcalde, Ernesto Sanjuán (PP), por permitir el disparo pese a que un fax del Consorcio Provincial de Bomberos advertía de la situación de Preemergencia 3, nivel máximo de riesgo de incendios forestales.
En declaraciones a Telecinco y La Sexta, el alcalde de Cullera, Ernesto Sanjuán, ha justificado hoy su actuación afirmando que en el momento del disparo de los fuegos artificiales "paró un poco el viento".
Dos días después del incendio, el Ayuntamiento de Cullera no ha ofrecido información sobre los hechos y el alcalde se ha limitado a afirmar, cuando ha sido abordado en la calle por las cadenas televisivas, que "posiblemente ahí (en la montaña) no tiraremos más los fuegos" artificiales.
El incendio se produjo alrededor de las 23.30 horas del pasado sábado durante la Baixà, o bajada procesional de la Virgen de la Encarnación desde el castillo, situado en lo alto de la montaña, al centro de la ciudad de Cullera.
Al llegar la imagen a los Jardines del Mercado, se disparó el castillo de fuegos artificiales, emplazado en la zona media de la montaña, sin que el Ayuntamiento, organizador de las fiestas, hiciera caso de la Preemergencia nivel 3 que desde esa mañana había establecido el Centro de Coordinación de Emergencias-112.
Las pavesas incandescentes de las carcasas del espectáculo pirotécnico prendieron fuego en los matorrales y monte bajo de la montaña y el fuego se acercó de forma peligrosa a las casas del barrio de san Antonio que lindan con la ladera del monte.
Aunque las llamas eran visibles desde todo el pueblo y el fuego no quedó controlado hasta las 2.00 horas de la madrugada del domingo, la procesión de la Baixà prosiguió con normalidad.
Tras dos días sin que el Ayuntamiento haya explicado su actuación en estos hechos, el portavoz del PSPV-PSOE, Jordi Mayor, ha exigido hoy la "dimisión" del alcalde, Ernesto Sanjuán (PP), por ignorar un fax que el Consorcio Provincial de Bomberos envió al consistorio el mismo sábado advirtiendo que el Centro de Coordinación de Emergencias había establecido el nivel máximo de riesgo de incendios forestales.
En ese fax, el consorcio recordaba asimismo que, según la Ley Forestal de la Comunitat Valenciana, estaban prohibidos los espectáculos pirotécnicos que fueran a celebrarse en terreno forestal o en una franja de 500 metros en el entorno del mismo.
Tras calificar de "irresponsabilidad injustificable" y de "negligente la actitud del alcalde, Mayor considera que "ha quedado suficientemente claro" que el alcalde "incumplió deliberadamente las órdenes que le dieron desde el 112, poniendo en peligro la seguridad de las personas, las casas y el patrimonio inmueble y natural de la ciudad de forma consciente".
El portavoz socialista considera además "increíble" que, a pesar de conocer lo que sucedía, el primer edil decidiera seguir con el resto de actos previstos en el programa de fiestas, como la procesión, y que "no lo suspendiera para ponerse delante de las tareas de extinción del fuego".
Por su parte, el president de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, ha dicho hoy que "si ha habido alguna situación irregular, la Generalitat actuará".
Según Alberto Fabra, las responsabilidades sobre este suceso "se sabrán a través del expediente sancionador" que la Generalitat ha abierto para esclarecer los hechos.
