La banda terrorista ETA fue descabezada una vez más tras la detención en una vivienda del norte de Francia del actual jefe del 'aparato militar', Alejandro Zobarán 'Xarla', en compañía de su 'mano derecha' y responsable de la fabricación de explosivos, Mikel Oroz, alias 'Peru'. Junto a 'Xarla' y 'Peru' fueron arrestados otros dos presuntos miembros de ETA, Urko Labaka -miembro huido de Segi- e Iban Sáez de Jauregi, quien aparecía en la lista de los terroristas más buscados.
Fuentes de la lucha antiterrorista aseguraron que los cuatro fueron sorprendidos por la policía francesa mientras mantenían una reunión para tratar de organizar la red de comandos de la banda, fuertemente debilitada en los últimos años. De hecho, el anterior golpe policial a la estructura militar de ETA se produjo hace poco más de una semana, con la desarticulación en Vizcaya del 'comando Otazua', autor de 16 atentados, entre ellos el que costó la vida del inspector de Policía Eduardo Puelles.
Los detenidos se alojaban en una casa rural de la localidad de Willencourt, en el departamento de Pas-de-Calais, muy cerca de Bélgica, lo que pone de manifiesto que los dirigentes etarras se ven obligados a esconderse cada vez más al norte, ante la presión policial en el sur de Francia. Alquilaron la casa como turistas, pero inmediatamente levantaron las sospechas del propietario, ya que apenas salían de la casa durante el día y, sin embargo, 'se oían movimientos por la noche', según los vecinos.
EL DUEÑO ALERTÓ A LA POLICÍA
El dueño de la vivienda alertó de inmediato a la Gendarmería, que transmitió la información a la Policía Judicial de Lille, que estuvo vigilando a los cuatro hombres durante varios días. Al confirmarse los primeros indicios, la policía gala se puso en contacto con la Comisaría General de Información de la Policía Nacional para tratar de identificar a los ocupantes de la casa, que había sido alquilada en febrero para tres semanas.
Fuentes de la policía francesa explicaron que la operación se desarrolló 'con rapidez' y en ella participaron agentes de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) y del RAID, cuerpo de elite preparado para intervenciones especiales.
En el registro de la vivienda, los agentes encontraron, además de dos vehículos robados y con matrículas dobladas, varias armas cortas, papeles falsos y abundante documentación en soporte informático que, según los investigadores, puede aportar valiosa información sobre la organización interna de la banda.
Los detenidos se alojaban en una casa rural de la localidad de Willencourt, en el departamento de Pas-de-Calais, muy cerca de Bélgica, lo que pone de manifiesto que los dirigentes etarras se ven obligados a esconderse cada vez más al norte, ante la presión policial en el sur de Francia. Alquilaron la casa como turistas, pero inmediatamente levantaron las sospechas del propietario, ya que apenas salían de la casa durante el día y, sin embargo, 'se oían movimientos por la noche', según los vecinos.
EL DUEÑO ALERTÓ A LA POLICÍA
El dueño de la vivienda alertó de inmediato a la Gendarmería, que transmitió la información a la Policía Judicial de Lille, que estuvo vigilando a los cuatro hombres durante varios días. Al confirmarse los primeros indicios, la policía gala se puso en contacto con la Comisaría General de Información de la Policía Nacional para tratar de identificar a los ocupantes de la casa, que había sido alquilada en febrero para tres semanas.
Fuentes de la policía francesa explicaron que la operación se desarrolló 'con rapidez' y en ella participaron agentes de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) y del RAID, cuerpo de elite preparado para intervenciones especiales.
En el registro de la vivienda, los agentes encontraron, además de dos vehículos robados y con matrículas dobladas, varias armas cortas, papeles falsos y abundante documentación en soporte informático que, según los investigadores, puede aportar valiosa información sobre la organización interna de la banda.
