Asier Arzalluz e Idoia Mendizabal tuvieron que ser levantados por la fuerza por dos agentes de la Policía Nacional, tras negarse a ponerse en pie ante el tribunal de la Audiencia Nacional que les juzga por intentar asesinar en 2002 a la delegada de Antena 3 en el País Vasco.
Por estos hechos también está procesado el exdirigente de ETA Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki', encarcelado en Francia y que será juzgado cuando las autoridades galas accedan a su extradición por esta causa, por la que solicitará para él la misma pena que para los dos acusados que ayer se sentaron en el banquillo: 19 años, once meses y 29 días de cárcel.
En la vista celebrada ayer, el presidente de la sala tercera de la sala de lo penal de la Audiencia, Alfonso Guevara, ordenó a los dos agentes que custodiaban a Arzalluz y a Mendizabal en el interior de la 'pecera' blindada a alzar a los dos procesados cuando éstos desobedecieron su orden de ponerse en pie y optaron por permanecer sentados. Asier Arzalluz protagonizó el primer forcejeo cuando fue obligado a asistir a la lectura de sus derechos pegado al cristal del habitáculo mientras era sostenido por los agentes. Posteriormente fue Mendizábal la que tuvo que ser mantenida en pie por la fuerza por los policías mientras aseguraba en euskera no reconocer la legitimidad del tribunal 'para juzgar a militantes vascos', por lo que, al igual que su compañero, se negó a declarar. Los dos etarras están acusados de enviar un paquete-bomba en enero de 2002 a la delegada de Antena 3 en Vizcaya, María Luisa Guerrero.
En la vista celebrada ayer, el presidente de la sala tercera de la sala de lo penal de la Audiencia, Alfonso Guevara, ordenó a los dos agentes que custodiaban a Arzalluz y a Mendizabal en el interior de la 'pecera' blindada a alzar a los dos procesados cuando éstos desobedecieron su orden de ponerse en pie y optaron por permanecer sentados. Asier Arzalluz protagonizó el primer forcejeo cuando fue obligado a asistir a la lectura de sus derechos pegado al cristal del habitáculo mientras era sostenido por los agentes. Posteriormente fue Mendizábal la que tuvo que ser mantenida en pie por la fuerza por los policías mientras aseguraba en euskera no reconocer la legitimidad del tribunal 'para juzgar a militantes vascos', por lo que, al igual que su compañero, se negó a declarar. Los dos etarras están acusados de enviar un paquete-bomba en enero de 2002 a la delegada de Antena 3 en Vizcaya, María Luisa Guerrero.
