Se levanta el secreto sobre las confesiones del excontable de la formación en torno a su presunta financiación ilegal

Excontable de UM dice que Munar ordenó compensar con 3,5 millones a un empresario por la compra de votos

El excontable de Unió Mallorquina (UM) y exjefe del área económica del Instituto de Estrategia Turística (Inestur), Álvaro Llompart, ha revelado ante la Fiscalía que la exdirigente histórica del partido, Maria Antònia Munar, ordenó a través de un exsocio del empresario Jacinto Farrús beneficiar a éste con 3,5 millones de euros a través de proyectos públicos como recompensa a 'toda la ayuda' que había prestado a UM durante la campaña electoral de 2007, como la compra de votos en favor de la formación.

Se trata de uno de los datos que ha arrojado Llompart en torno a la supuesta financiación ilegal del partido y que puso de manifiesto el imputado en una de las comparecencias voluntarias que realizó en dependencias del Ministerio Público en aras de colaborar con los investigadores. Las revelaciones de Llompart dieron lugar a la apertura, en el marco del caso Voltor, de una pieza separada cuyo secreto ha sido levantado tras tres meses de sigilo sumarial.

En una de las tres declaraciones que ha prestado ante la Fiscalía, a las que ha tenido acceso Europa Press, el encausado relató cómo el entonces gerente del Inestur, Antoni Oliver, le ordenó que se reservasen partidas presupuestarias a favor de Farrús, y cómo el expresidente de UM, Miquel Àngel Flaquer, le instó a asesorar en lo referente a la parte técnica de los proyectos que presentase el empresario a fin de que éste acabase ganándolos, puesto que 'se trataba de un tema directo de Maria Antònia Munar'.

Así de contundente se mostró en referencia a la expresidenta del Parlament y del Consejo de Mallorca, quien, tal y como abundó llompart en su deposición, le había ordenado a través de un exsocio de Farrús, Antoni Martorell, que se debía recompensar a éste 'por toda la ayuda que había prestado a UM con motivo de las elecciones de 2007' y que se concretaban en la compra de votos, la colocación de más de cien empleados, el pago de eventos electorales y la instalación de vallas y carpas.

En su declaración, Llompart, asistido por el letrado Fernando Mateas, explicó que Oliver le trasladó la necesidad de contratar a Farrús por orden del entonces consejero de Turismo Francesc Buils. Tras ello, Flaquer le comunicó que tenía que mantener una reunión con el representante de Provista Consulting, empresa de Farrús, de cara a 'pensar proyectos'. Según recordó, Flaquer le dijo que debía 'idear los proyectos para que luego los pudiera desarrollar Provista', a lo que se negó el responsable económico.

Tal y como apuntó el imputado durante el interrogatorio, se había pactado alcanzar la cifra de 3,5 millones en favor del empresario catalán: 2,5 millones se pagaron a través de proyectos adjudicados desde el Inestur mientras que el millón restante se abonó mediante proyectos del Instituto Balear de Turismo (Ibatur) y de otras instituciones públicas 'en manos de UM'.

Una semana después de plantear estos hechos, relató, se celebró una reunión entre Flaquer, Guillermo Bongiovanni, administrador de la empresa Torun Consulting -también vinculada a Farrús- y él en la que hablaron sobre cómo cuadrarían los 2,5 millones en diferentes proyectos del Inestur. Así las cosas, tras el encuentro Flaquer ordenó a Llompart que se pusiera 'manos a la obra' y que pensase en posibles proyectos y en su importe hasta alcanzar la cantidad pactada.

PROYECTOS PACTADOS DE ANTEMANO

Al hilo de lo anterior, el declarante aportó en Fiscalía un esquema que le entregó Flaquer, defendido por el abogado Gaspar Oliver, con cuatro proyectos a adjudicar a Farrús que en total sumaban 2,5 millones de euros. Se trataba de las iniciativas Benchmarking, Plan de Promoción del Turismo Náutico, Asesoramiento y Organización de Nuevos Requisitos de Función y Estudio de Responsabilidad Corporativa.

Tras ello, explicó el excontable de UM, siguió una serie de 'tiras y aflojas' con Bongiovanni ya que éste 'no presentaba proyectos serios', haciéndolos a base de 'cortar y pegar' e incluso con información 'no veraz'. 'Comuniqué a Flaquer que no quería participar en este absurdo', manifestó Llompart, a quien el exdirigente 'uemita' le contestó que no se preocupara, que 'ya hablaría con Farrús, con Oliver y con Buils'.

REUNIONES DIARIAS EN EL INESTUR CON UNA HIJA DE FARRÚS

Como consecuencia a su 'negativa a participar en estos amaños', continuó explicando el imputado, fueron Oliver y la ahijada de Munar, Luisa Tortella, quienes desde Inestur comenzaron a dirigir las contrataciones con las empresas de Farrús, y desde éste su nuevo representante Andreu Canals. De hecho, abundó, en la sede del Inestur comenzó a presenciar reuniones 'prácticamente diarias' entre una de las hijas de Farrús con Tortella, Oliver y las técnicas de la empresa dependiente de la Consejería de Turismo.

Entre todos ellos, afirmó, reelaboraron el proyecto de Benchmarking -sobre turismo de congresos-, del que aportó correos electrónicos en los que Canals le decía que se había modificado a la baja el precio pactado del concurso, hasta los 360.000 euros, porque así Canals haría 'una oferta por debajo del precio del concurso y lo ganaría'. Respecto a las técnicas, el declarante vio que elaboraron los pliegos de la convocatoria 'con tesón', y fue por ellas como se enteró un viernes de que la empresa mejor valorada había sido Cubic.

EXPEDIENTE DE CONTRATACIÓN ALTERADO

Sin embargo, explicó que el martes siguiente vio a las técnicas 'alteradas' debido a que Oliver, pese a que conocía que Cubic -posteriormente denunciante- había resultado la mejor valorada en el concurso, finalmente había decidido adjudicarlo a Provista, 'alterando para ello el expediente de contratación'. En lo que respecta a los otros tres proyectos planteados para alcanzar la cifra de 2,5 millones, finalmente fueron sustituidos por tres concursos relativos a Artes Escénicas.

Llompart recordó finalmente cómo en la sede de UM presenció a Flaquer diciéndole a Farrús que no le iban a conceder más adjudicaciones públicas porque consideraba que 'ya se le había compensado suficientemente por los apoyos que había prestado durante la campaña electoral' y, además, el equipo de Farrús 'había demostrado poca profesionalidad y estaban hartos'. 'Farrús se indignó y discutió con Flaquer, abandonando la sede con un portazo', sentenció el excontable.

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