Solicita penas de cárcel e inhabilitación para los agentes que dieron un chivatazo a la banda armada

El fiscal del 'caso Faisán' acusa a dos policías de ayudar a ETA

Agentes de la policía salen del bar Faisán  dentro de la operación contra la red de extorsión de ETA (Foto: JUAN HERRERO)
La Fiscalía de la Audiencia Nacional solicitó ayer para los mandos policiales Enrique Pamiés, exjefe superior de Policía del País Vasco y el inspector José María Ballesteros acusados de dar el chivatazo a la red de extorsión de ETA que tuvo lugar el 4 de mayo de 2006 en el bar Faisán (Irún) sean juzgados por un delito de revelación de secretos o, alternativamente, por colaboración con banda armada.
El departamento que encabeza el fiscal Javier Zaragoza recibió orden directa del Fiscal General del Estado, Eduardo Torres Dulce, de acusar de cara al próximo juicio a los dos agentes de un delito de colaboración con ETA.

En su escrito de acusación, el fiscal Carlos Bautista pide dos años de cárcel para Pamiés por revelación de secretos 'y, alternativamente,' cinco años de prisión por colaboración con banda armada, mientras que para Ballesteros pide un año y medio por la revelación de secretos y 'alternativamente' otros cinco por colaboración.

Además de la pena de cárcel, el fiscal pide que ambos sean condenados a 11 años de inhabilitación absoluta y multa de 27.000 euros para Pamies y de 21.600 para Ballesteros, como autores del chivatazo que desbarató una operación contra el aparato de extorsión de ETA en mayo de 2006, en plena negociación con la banda.


'NUEVE BOTELLAS DE VINO'

En su escrito, Bautista relata como el 3 de mayo de 2006, se tuvo conocimiento en una reunión en una sidrería de Oyarzun entre el dueño del bar Faisán, Joseba Elosúa, el negociador etarra Ramón Sagarzazu y el fallecido Gorka Aguirre, destacado miembro del PNV, de la entrega a ETA de nueve millones de pesetas (54.000 euros), a lo que eludieron en clave hablando de 'nueve botellas de vino'. Ese dinero, iba a ser entregado en el bar de Elosúa al miembro de ETA Cau Aldanur, residente en Francia.

Con esos datos, esa misma noche se activó el operativo policial 'encaminado a la intervención del dinero y detención de todos los posibles miembros de la trama'. El entonces jefe superior de policía del País Vasco Enrique Pamies se enteró del dispositivo y alertó a Aguirre 'y buscó a una persona que no perteneciera a la plantilla de San Sebastián y no pudiera ser reconocida' para que entrara en el Faisán a avisar a Elosúa, y 'el elegido fue' Ballesteros.

En la mañana del 4 de mayo Ballesteros se dirigió al citado establecimiento y le entregó un teléfono a Elosúa en el que Pamiés le dio el famoso soplo. Finalmente, la operación se llevó a cabo el 22 de junio de 2006 siendo detenidos todos los integrantes 'pero sin que se encontrase una sola carta de extorsión en ninguno de los registros ni los 54.000 euros de un posible pago de la extorsión.

La vista podría celebrarse antes de verano y será la Sección Tercera de la Audiencia, presidida por el juez Alfonso Guevara, la que juzguará los hechos.

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