ENTREVISTA A...

“Fraga se despidió de Fidel diciendo: ‘Nos veremos en el infierno"

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photo_camera Pilar Cernuda lleva cuatro décadas ejerciendo periodismo político.

La periodista Pilar Cernuda acaba de publicar "Moncloa Confidencial", un trabajo en el que sabanea con rigor y una gran dosis de ironía las entretelas de los presidentes durante las últimas cuatro décadas. Ella estaba allí para ahora poder contarlo. 

¿Por qué decide ventilar los secretos de los presidentes en España?

Yo había escrito un libro sobre el rey Juan Carlos con historias distintas, funcionó muy bien y la editorial me pidió que hiciese lo mismo con los presidentes. Acepté, pero como somos más los periodistas que hemos tenido acceso, pedí que lo ampliásemos también a presidentes regionales. Hay historias de los cinco presidentes de Gobierno y de aquellos regionales que me parecían más interesantes o de los que había tenido la oportunidad de conocer datos que no eran tan de dominio público. 

¿Alguien se ha molestado?

Que yo sepa no. Nadie me ha dicho nada hasta ahora. Aunque no todo el mundo queda bien, los políticos tienen que acostumbrarse porque son historias reales de primera mano. Si se molestan, es su problema. 

¿Se ha callado mucho?

Los periodistas a menudo callamos las fuentes pero yo todo lo que sé lo cuento. Lo contrario sería una falta de respeto a los lectores. Nunca doy la fuente y elijo el momento porque a veces no conviene publicar algo por razones de seguridad o por cuestiones de Estado.

Como no es cuestión de destripar un trabajo imprescindible para conocer las entretelas de las últimas cuatro décadas, ¿cómo definiría a cada uno de los presidentes?

Para mí los dos grandes presidentes han sido Adolfo Suárez y Felipe González. Fueron los hombres que transformaron España en momentos muy difíciles, pero los dos tuvieron sombras. Creo que Leopoldo Calvo Sotelo es el gran desconocido y ha sido un presidente importantísimo por las decisiones que tomó en su año y medio de mandato. Para mí Zapatero es el peor presidente que hemos tenido y creo que Mariano Rajoy va a dar el do de pecho y esta será su gran legislatura. Va a demostrar lo que algunos sabemos: que es un hombre dialogante, cercano y antepone los problemas de España a los de su partido y a los personales. 

Se ha dejado a Aznar. ¿Lo ha hecho a propósito?

Creo que Aznar tuvo una buena legislatura primera, pero la soberbia apareció en la segunda y hemos visto al peor de los 'Aznares'.

¿Puede haber en su libro un poso de nostalgia por la política de antes y la capacidad para llegar a acuerdos?

Sin ninguna duda y no sólo porque aparezca en el libro. Yo misma me doy cuenta de que lo siento así. La mayoría  de los políticos de la transición fueron grandes personas y grandes políticos y ahora hay pocos que sean grandes personas y grandes políticos. Se pueden contar con los dedos de una mano, más bien hay mucho arribismo, mucha inexperiencia, mucho 'tertulianismo' y la política es otra cosa. Hay cucho bla, bla, bla y poca profundidad. 

¿Puede imaginarse a alguno de los referentes de la llamada nueva política en La Moncloa?

Me lo puedo imaginar y me asusta mucho. 

Le decía antes que usted es de las que no se calla y hace poco criticó la higiene de algún diputado de Podemos, ¿se le fue la mano?

No, se fue la mano en las redes sociales puestas en marcha por Podemos. A mí me preguntó Susana Griso por su vestimenta y lo que me sorprendió es que puse en cuestión su limpieza democrática, porque hay corrupción en Podemos, y sólo les preocupó que dijese que alguien que pasó a mi lado no olía muy bien. Además, mintieron porque yo nunca dije que la gente de Podemos oliera mal. 

Dedica un capítulo al disputado diputado por Ourense que llevó a Feijóo a la presidencia de la Xunta en 2009. 

Feijóo necesitaba ese escaño en Ourense para la mayoría absoluta y fue cuando Baltar hizo aquella campaña tremenda contra el candidato del Bloque. Entró en cuestiones personales y Feijóo le pidió que no lo hiciese, pero Baltar padre, como es habitual, se fuma un puro con lo que le digan y siguió con su campaña. Tuvo dos diputados más y fueron clave para que Feijóo ganase su primera mayoría absoluta. 

Ya que ha salido Baltar padre, ¿qué opinión le merece?

Es un personaje. Los ourensanos lo conocen mejor que nadie. Es un animal político. 

También dedica un capítulo a dos viajes de Feijóo a Os Peares, uno como candidato desde la oposición y otro ya desde la Xunta. ¿Saldrá de Os Peares o cree que su tren ya ha pasado?

Yo creo que ha salido ya de Os Peares. Estuve con él en la jornada de reflexión de sus primeras elecciones como candidato, creo que era la única periodista, y fue muy emotivo. Estaba muy nervioso porque las encuestas no le garantizaban la mayoría absoluta y para mí fue muy conmovedor ver cómo lo trataban sus paisanos. Estuvo en el cementerio, habló con todo el mundo... En esta última campaña ya fue la apoteosis de medios de comunicación. 

Usted escribe que la presidencia de la Xunta quizá le dificulte el camino para suceder a Rajoy.

Depende mucho de los calendarios. Con lo que ha sucedido estos meses se va a retrasar la sucesión de Rajoy. Yo no descarto que se plantee al final de la legislatura actual y coincida con el final de la legislatura de Feijóo. No sé si va a ser el candidato, aunque creo que tiene muchas papeletas. A mí me parece una persona adecuada pero no depende de mí. 

Cuenta en el libro que Fidel y Fraga se gritaron.

Se gritaron dos veces. La primera en el primer viaje de Fraga a La Habana. Estaban los dos en un cuarto y los acompañantes estaban aterrados de los gritos. En el libro se cuenta con detalle. La última vez que se vieron fue en el Hotel Araguaney y acabaron con Fraga dando un puñetazo en la mesa y diciendo: "Nos veremos en el infierno". 

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