Pescadores gaditanos protestan hoy ante aguas del Peñón por el conflicto que les mantiene en tierra

El Gobierno evita valorar la petición de Cameron a la UE

Un miembro de la Policia Nacional y un guardia civil dirigen el tráfico en la entrada a Gibraltar. (Foto: A.CARRASCO RAGEL)
Los pescadores gaditanos prepararon ayer su protesta de la jornada de hoy junto a las aguas del Peñón para pedir que su trabajo en el mar no se vea afectado por el conflicto sobre Gibraltar, del que aún deben hablar el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso.
Fuentes de La Moncloa anunciaban el viernes por la tarde que dicha conversación iba a tener lugar en 'las próximas horas', tras conocerse la que Durao Barroso ya había mantenido otra con el primer ministro británico, David Cameron, quien le pidió que la CE enviara urgentemente observadores a la zona ante las largas colas en la Verja. A última hora de ayer, aún no se había producido esa conversación, que en el Gobierno, y entre tanto, el PSOE exigía al Ejecutivo que entable 'ya' un diálogo directo con Reino Unido para resolver el conflicto.

Unos 80 barcos de la comarca del Campo de Gibraltar (Cádiz) están llamados a zarpar de sus puertos hoy a las 8.30 horas con destino a la zona conocida como Puerto Chico de La Línea, donde a partir de las 10.00 horas comenzará la concentración. Los pescadores tienen la intención a dirigirse, acompañados por la Guardia Civil, a la zona en la que el Gobierno de Gibraltar lanzó el pasado 24 de julio 70 bloques de hormigón que dificultan las faenas en el mar.


PERDIDAS DE 1,5 MILLONES

Según explicó ayer el patrón mayor de La Línea de la Concepción, Leoncio Fernández, las pérdidas sufridas por los pescadores de la comarca desde hace más de un año, cuando comenzó el conflicto con el gobierno de Gibraltar que les ha dificultado faenar en aguas próximas al Peñón, se eleva a 1,5 millones de euros. 'Los gobiernos que discutan lo que deban y a nosotros que nos dejen buscarnos la vida', apostilló Fernández, quien en cualquier caso recordó que la protesta será pacífica.

Lo que se persigue es alertar a las autoridades competentes, de uno y otro lado de la verja, sobre el perjuicio que está sufriendo un sector 'débil' de la sociedad y que está envuelto en un conflicto diplomático cuando lo único que quieren es 'pescar sin problemas'.

El Gobierno, mientras, sigue sin pronunciarse sobre la petición de observadores europeos que hizo el viernes Cameron a Bruselas, a la espera de lo que Rajoy hable con Barroso. Fuentes diplomáticas insistieron estos días en cualquier caso en que España está en su derecho y obligada a llevar a cabo los controles en la verja porque Gibraltar no está en el espacio Schengen y aseguran que 'no son obstáculo' a la libre circulación de mercancías o personas. Londres considera que los controles son 'contrarios al derecho de la UE de libertad de movimiento' de los ciudadanos.

La petición de Cameron del viernes se conoció después de la última queja formal del Gobierno español al Reino Unido, una nota verbal de protesta en la que le insta a detener las operaciones de ampliación en la cara este del Peñón por considerarlas 'inadmisibles' conforme al derecho internacional e incompatibles con el Tratado de Utrech.

Te puede interesar