Casado insta a Sánchez a reemplazarlos “tal y como obliga la Constitución”, pero excluye al CGPJ
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, destensaron sus posiciones en torno a la renovación de los órganos constitucionales, salvo en la del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que sigue en el aire ya que los populares insisten en que deben ser los jueces quienes elijan a los magistrados y han avisado de que no negociarán todo en el mismo paquete. Ayer se produjeron las primeras conversaciones entre el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, que hablaron por teléfono después de que Casado haya propuesto a Sánchez en la sesión de control al Gobierno en el Congreso renovar ya los demás órganos constitucionales “como nos obliga la Constitución”.
El principal partido de la oposición tuvo la primera interlocución para renovar el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas y el Defensor del Pueblo. En el caso del Tribunal Constitucional hace ya casi dos años que concluyó el mandato de cuatro de los doce magistrados, mientras que la renovación del Defensor del Pueblo está pendiente desde hace más tiempo y Francisco Fernández Marugán ejerce en funciones desde julio de 2017.
EL PODER JUDICIAL, AL MARGEN
De momento, las conversaciones sobre la renovación de los veinte vocales del poder judicial, que cumplirá tres años de retraso el 4 de diciembre, no se abordarán y fuentes del PP avisaron de que tampoco informarán del día a día ni negociaran “todo en el mismo paquete”. “A nosotros no nos van a mover de la defensa de la independencia del poder judicial, como le ha exigido la Comisión Europea ya por escrito en junio. Es su exclusiva responsabilidad este bloqueo”, le advirtió Casado a Sánchez en el Pleno mientras le reprochaba que incumpliera su promesa de “despolitizar la justicia”.
Durante este debate el jefe del Ejecutivo español replicó a Pablo Casado que su compromiso es renovar “todos” los órganos constitucionales y le reclamó asimismo que “no tenga una visión ventajista de la normalidad democrática”. “¿Por qué traiciona su propia palabra y no permite que los jueces elijan a los jueces? es que no lo entiende nadie”, le dijo Casado, aunque minutos después el ministro de la Presidencia se mostró “encantado” de que el PP quiera acercar posiciones y renovar no uno sino el conjunto de los órganos constitucionales cuyo plazo ha vencido.
La sesión de control al Ejecutivo transcurrió bajo la resaca de los abucheos y peticiones de dimisión que recibió el martes el presidente Pedro Sánchez durante la celebración de la Fiesta Nacional y Casado le advirtió de que “le pasará como a José Luis Rodríguez Zapatero y el PP va a tener que rescatar a España por tercera vez”.
“Lo peor que se puede hacer es fracturar a la sociedad”
A lo largo de la sesión de control al Ejecutivo celebrada ayer, varios ministros, como la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, la titular de Defensa, Margarita Robles o el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, lamentaron los reproches vertidos por la derecha y mientras Marlaska cargó contra Vox por “no ofrecer nada” a los españoles, salvo generar “tempestades”, Robles volvió a mostrar su enfado con esa “minoría que no se representa más que a sí misma” y que actúa con un “nivel alto de cobardía”.
La elevada factura de la luz y las nuevas medidas en vivienda centraron también los debates de ayer así como las intervenciones de los socios parlamentarios del Gobierno, a los que ahora se dirige Hacienda para recabar apoyos a las cuentas públicas.
El portavoz del PNV, Aitor Esteban reclamó que el decreto ley que tiene que convalidar el Pleno con medidas para frenar la escalada de precios de la luz se reoriente para que no perjudique la competitividad de las empresas. Con tono serio le urgió al presidente, que lo “retoque aquí y ahora” porque recortar los beneficios a las eléctricas es una solución “simplona”.
Por otra parte, Sánchez también fue tajante ante la pregunta de su otro socio parlamentario, EH Bildu al que le dejó claro que no habrá referéndum de autodeterminación en ningún territorio de España.”Lo peor que podemos hacer es fracturar y dividir (a la sociedad) con referéndum interesados y binarios que no ayudan ni aportan nada”, le dijo Sánchez a la portavoz parlamentaria de Bildu, Mertxe Aizpurua cuando ésta le pidió que deje de actuar “como la derecha y demuestre que este gobierno, que se define como un gobierno progresista, actúa como tal”.
