Greenpeace dice que un accidente con pérdida de electricidad en Garoña provocaría un suceso como el de Fukushima

Alerta de que el CSN 'minimiza' sus conclusiones para 'favorecer los interese de las empresas propietarias' de las centrales
La organización ecologista Greenpeace ha advertido este miércoles en el Parlamento vasco que cualquier accidente en la central Nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) que supusiera la pérdida de suministro eléctrico provocaría un accidente como el de la central japonesa de Fukushima.

El responsable del área de Energía y Cambio Climático de Greenpeace, Carlos Bravo, y la responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace, Raquel Montón, han comparecido ante la Comisión de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca del Parlamento vasco, para explicar su punto de vista sobre los problemas de seguridad de la central nuclear de Garoña y las 'lecciones' que se derivan del grave accidente nuclear de Fukushima.

Bravo ha presentado las conclusiones del informe elaborado por Greenpeace con motivo del primer aniversario de Fukushima bajo el título 'Garoña. El precio que no debemos pagar', en el que se resumen todas las incidencias que tiene la central nuclear de Burgos, las similitudes con el reactor de la central nuclear de Fukushima y explica por qué piden el 'cierre inmediato' de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos).

Según ha recordado, Garoña, con más de 40 años de funcionamiento comercial, es la única central en funcionamiento en el Estado de las llamadas de primera generación. Tiene una reactor BWR/3 con sistema de contención Mark I, diseñado y fabricado por General Electric, el mismo que el reactor número uno de la central de Fukushima.

En este sentido, ha denunciado que la 'vida útil' de la central burgalesa está agotada, ya que presenta 'graves problemas de seguridad derivados del envejecimiento de sus componentes y problemas de refrigeración en su funcionamiento rutinario.

El informe de la organización ecologista recoge la información proporcionada por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) dentro del proceso de realización de las pruebas de resistencia a la central de Garoña, que revela que la central sería incapaz de resistir terremotos con una aceleración horizontal de 0,30 g (g, aceleración de la gravedad) como el regulador exige tras Fukushima y ha denunciado que presenta riesgo de inundación muy alto en caso de rotura de las presas de agua.

Además, se apuntaba a que el combustible nuclear gastado se encuentra 'significativamente desprotegido' en caso de pérdida de los sistemas de refrigeración de la planta, así como la falta de medidas para reducir las concentraciones de hidrógeno con riesgo de explosión en la contención del reactor.

Bravo ha criticado que el CSN no haya evaluado los riesgos externos como el choque de un avión o la posibilidad de atentados terroristas. En este sentido, ha advertido de que una colisión contra el edificio del reactor causaría la fusión del núcleo, situación que se podría dar incluso en el caso de que el impacto fuera ocasionado por un avión comercial 'relativamente pequeño'.

Según ha explicado, la piscina de combustible gastado se encuentra dentro del edificio del reactor, considerablemente menos protegida que el reactor, y podría resultar dañada, lo que significa que habría una liberación de radiactividad adicional.

ACCIDENTE COMO FUKUSHIMA

Por otro lado, ha criticado que no se haya realizado ningún análisis 'realista' del riesgo de posibles fenómenos naturales como tormentas eléctricas, incendios externos, temperaturas extremas o la crecida de las aguas subterráneas, así como de una inundación interna o incendios después de un terremoto. Al respecto, ha afirmado que 'cualquier accidente que comportara la pérdida de suministro eléctrico significaría que nos enfrentaríamos a un accidente como el de Fukushima'.

Por último, el portavoz de Greenpeace ha recordado que en anteriores ocasiones han denunciado que se han 'minimizado' las conclusiones del CSN para 'favorecer los interese de las empresas propietarias'. 'Se han primado intereses económicos frente a la seguridad', ha subrayado.

La responsable de la campaña Nuclear, por su parte, ha presentado el informe de Greenpeace 'Las lecciones de Fukushima' para afirmar que un desastre nuclear de esa magnitud podría repetirse en cualquier central nuclear en el mundo, y ha resaltado que cuatro de los cinco accidentes con una fusión significativa del combustible se han producido en reactores del tipo de Fukushima y Garoña.

Asimismo, ha recordado que actualmente se dispone de tecnologías de energía renovable 'desarrolladas, fiables, asequibles y preparadas para remplazar a los peligrosos reactores nucleares'. 'Fukushima nos ha enseñado que la energía nuclear nunca será segura', ha subrayado antes de defender que 'se debe eliminar progresivamente y por completo la peligrosa energía nuclear'.

GRUPOS

Desde el PNV, Norberto Aldaiturriaga ha recordado la preocupación mostrada por su formación tras los problemas detectados en Garoña, y ha defendido que 'los beneficios que reporta la central a la sociedad son infinitamente más pequeños que los riesgos que conlleva'.

Además, ha contestado las acusaciones del PP en las que criticaba la postura de los jeltzales afirmando que la decisión la clausura de Garoña estaba en manos del PNV y de Iberdrola. Aldaiturriaga ha recordado que el mayor accionista de Iberdrola es Florentino Pérez, 'que precisamente no es de mi partido'.

El parlamentario del PSE Carlos Gorostiza ha afirmado que los socialistas siempre han sido contrarios a la prolongación de la vida útil de la central burgalesa de forma definitiva y ha afirmado que no son partidarios de la energía nuclear, pero han rechazado el 'alarmismo' de Greenpeace, ya que 'las centrales son seguras porque están preparadas para serlo'. 'Somos firmas partidarios del cambio de la política energética que apueste por energías limpias', ha indicado.

Por último, el parlamentario 'popular' Carmelo Barrio ha criticado la ausencia de Aralar y del grupo mixto, formaciones que han presentado iniciativas para solicitar el cierre de Garoña, al considerar que se trata de una 'falta de respeto' y ha avanzado que defenderá en la Cáamra vasca la posición del Gobierno central 'basada en informes de expertos que no dudamos'.

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