La infanta declara que firmaba lo que su marido le pedía porque confiaba en él

La infanta Cristina ha asegurado hoy en su declaración judicial ante el juez José Castro que firmaba todo lo que le pedía su marido, Iñaki Urdangarin, porque confiaba en él, han informado diversas fuentes jurídicas.

El magistrado le ha ido preguntado factura por factura sobre los gastos de Aizoon, la empresa que compartía con su esposo al 50 %, en un interrogatorio 'muy exhaustivo', según las fuentes.

Durante su declaración ante el juez, que dura ya casi cinco horas, la infanta ha manifestado que los 1,2 millones de euros que recibió del Rey para la compra de su casa de Barcelona son un préstamo que está devolviendo poco a poco, han informado a Efe fuentes jurídicas.

Ha dicho que, como es su padre, éste confía en que le devolverá el dinero, cosa que ya está haciendo.

La infanta, imputada de delito fiscal y blanqueo, ha indicado que supo de la advertencia que le hizo el rey Juan Carlos a Urdangarin en 2006, a través del conde de Fontao, José Manuel Romero, de que dejara sus actividades en el Instituto Nóos, pero que la atribuyó a una cuestión de estética e imagen de la Casa Real, por lo que no le dio importancia.

El juez Castro le ha preguntado a la infanta sobre esta cuestión, aunque la mayor parte del interrogatorio ha tratado sobre los gastos de la empresa familiar Aizoon, que el juez sospecha pudo tratarse de una sociedad pantalla para evadir al fisco.

A este respecto, la infanta ha admitido que hizo pagos con la tarjeta de la empresa, la cual, ha defendido, no es una sociedad que sirviera como blindaje ante Hacienda, y ha añadido que nunca pensó que se hiciera nada ilícito.

También ha reconocido que hizo la selección del personal doméstico de su casa, pagado por Aizoon, pero ha apostillado que no sabía cómo se abonaban sus retribuciones.

Respecto al tema tributario, ha respondido que no se encargaba de ello ya que lo llevaba una asesoría jurídica.

Durante las cinco horas de interrogatorio de esta mañana, la infanta ha ido bebiendo agua, se ha mostrado tranquila y ha contestado a todas las preguntas del juez, aunque a muchas de ellas ha respondido que desconocía las cuestiones planteadas.

En un momento de la declaración, Castro le ha exhibido el tríptico del Instituto Nóos en el que aparece su nombre (ella era vocal) junto al del secretario de las infantas, Carlos García Revenga.

La infanta ha aseguró que no participó en ninguna de las actividades de la fundación que supuestamente sirvió a Urdangarin y su socio, Diego Torres, para apropiarse de dinero público.

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