La Cumbre desarrollada en Cádiz estuvo centrada en las dificultades de España y Portugal

Los líderes iberoaméricanos se unen contra la crisis económica

El ministro García-Margallo, el presidente de Panamá, Matinelli, y el rey Juan Carlos, muy sonrientes. (Foto: J.J. GUILLÉN)
Los líderes iberoamericanos mostraron ayer su unidad contra la crisis económica mundial y, aunque extendieron diferentes recetas para combatirla, coincidieron en que la promoción de las pymes (pequeña y media empresa) puede ser un buen instrumento.
La XXII Cumbre Iberoamericana, que concluyó en Cádiz, estuvo centrada en la economía, en especial las dificultades que atraviesan España y Portugal y la forma en que América Latina puede contribuir a que estos dos socios salgan de la crisis. 'La Comunidad Iberoamericana es una firme realidad' y ahora 'debemos mirar con nuevos ojos lo mucho que hemos recorrido y lo mucho también que nos queda todavía por hacer', dijo el rey Juan Carlos en su discurso de la ceremonia de clausura de la Cumbre.

Los 15 jefes de Estado o Gobierno que asistieron a esta Cumbre y los altos representantes del resto de los países rindieron homenaje a la primera Constitución española, que se aprobó hace 200 años en esta ciudad, considerada la más americana de España, y que sirvió de modelo para muchos países latinoamericanos. Estuvieron ausentes en esta cita por diversas razones los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; de Cuba, Raúl Castro; de Guatemala, Otto Pérez; de Nicaragua, Daniel Ortega; de Argentina, Cristina Fernández; de Paraguay, Federico Franco, y de Uruguay, José Mujica. El presidente de Bolivia, Evo Morales, adelantó su partida aduciendo que tenía 'compromisos'.


INTERVENCIONES

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, destacó que pese a la coyuntura económica menos favorable que atraviesa Europa, 'la Unión Europea sigue siendo la economía mas grande y el mayor mercado integrado en términos de valor del mundo y nuestra relaciones bilaterales siguen pujantes'.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo por su parte que la confianza en la economía de un país 'no se construye solamente con los sacrificios' de sus ciudadanos y que la austeridad tiene 'sus límites', mientras su colega ecuatoriano, Rafael Correa, atacó el 'neoliberalismo', al considerar que 'sus recetas' no sirven para salir de la actual crisis en la que está sumido el mundo occidental.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, advirtió de que el estado de bienestar 'parece en peligro de extinción' y la supervivencia del euro, 'que fue motivo de esperanza, está amenazada'.

El vicepresidente argentino, Amado Boudou, denunció la actuación de los 'fondos buitres' al amparo de 'las guaridas fiscales', en las que se esconde 'una tercera parte de la riqueza financiera mundial'.

El jefe de Estado portugués, Aníbal Cavaco Silva, elogió por su parte a Latinoamérica como 'uno de los grandes y principales motores de la economía mundial' y estimó que la colaboración iberoamericana es 'una inversión de futuro'.

La próxima Cumbre se celebrará en 2013 en Panamá, cuyo presidente, Ricardo Martinelli, propuso que se centre 'en el papel económico, político, social y cultural de la comunidad iberoamericana en el contexto mundial.

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