El extesorero del PP destaca ante el juez que todos los presidentes regionales sabían de su existencia.
El extesorero del PP Luis Bárcenas aseguró ayer al juez Pablo Ruz que el partido no solo tenía una caja B a nivel nacional, sino que había contabilidades paralelas en todas las provincias y regiones españolas que recogían donativos para financiar gastos electorales.
El extesorero se ratificó en la última declaración que prestó el 15 de julio tras ingresar en prisión, insistiendo en que la caja B existía, que la controlaban él y Álvaro Lapuerta (tesorero en los años en que Bárcenas era gerente), la supervisaban los secretarios generales del partido y de la que estaban al tanto sus presidentes.
A preguntas de las fiscales del caso Gürtel, Bárcenas aseguró que las contabilidades paralelas en todas las regiones existían al menos desde 1990, cuando heredó la caja B nacional de manos del extesorero Rosendo Naseiro, y especificó que le consta, al menos, que esa práctica existía en las localidades madrileñas de Majadahonda, Pozuelo de Alarcón y Las Rozas.Sin embargo, dijo desconocer las cantidades que se manejaban y el funcionamiento de recogida de la financiación, ya que señaló que no era él, sino los tesoreros regionales, quienes controlaban esas contabilidades, y añadió que esta era una práctica habitual en todos los partidos.
Se refirió en concreto a Francisco Álvarez Cascos, del que dijo que controlaba y supervisaba las cuentas opacas y también a Ángel Acebes que, según Bárcenas, le encargó financiar con dinero B a Libertad Digital mediante la compra de acciones de ese medio.
Reforma de la sede del pp
Su citación respondía a una serie de informes policiales que cuestionan si parte de su fortuna en Suiza, que se llegó a elevar al menos a 48 millones de euros, pudiera proceder de la contabilidad B, extremo que Bárcenas negó alegando que ese dinero tiene su origen en inversiones en bolsa e inmobiliarias y ventas de cuadros.
Sobre la reforma de la sede del PP en la madrileña calle Génova, que se investiga por un posible delito fiscal, manifestó que es cierto que buena parte de ella se pagó en negro, lo que le suponía al arquitecto imputado Gonzalo Urquijo no pagar impuestos y a cambio de lo que se le pidió que les hiciera un descuento del 8%.
También afirmó que el secretario general del PP de La Rioja, Carlos Cuevas, le pidió en 2008 que le ayudara a blanquear 200.000 euros que recaudó el partido regional en donativos, mediante una operación por la que se enviaron de la formación provincial a la nacional y luego de vuelta a La Rioja para financiar la reforma de la sede en Logroño.
Durante toda la declaración Bárcenas intentó exculpar del manejo del dinero familiar a su mujer, Rosalía Iglesias, quien compareció casi dos horas para dar explicaciones sobre los ingresos que aparecen en cuentas a su nombre.
La mujer de Bárcenas llegó por la tarde a la sede de la Audiencia de San Fernando de Henares en un coche conducido por un chófer y, como ya hizo en una declaración anterior, se desvinculó de la economía familiar, que llevaba en exclusiva su marido, señaló.
